Definición de prospecto
Prospecto, del latín prospectus (“examinar”), es el folleto que acompaña a diversos productos y que incluye información sobre su composición, modo de empleo, utilidad y contraindicaciones. Por lo general, los prospectos se incluyen en los productos farmacéuticos (los medicamentos o remedios).
Por ejemplo: “Antes de tomar cualquier antibiótico, debes leer el prospecto con atención”, “El prospecto indica que este analgésico puede causar somnolencia”, “Si tienes una duda, no dejes de consultar el prospecto, pero lo mejor es que te asesores con un médico de confianza”.
El prospecto puede incluir datos de diverso tipo. Entre los contenidos que no suelen faltar, se encuentran la identificación del medicamento (el nombre comercial y el principio activo), su composición y forma farmacéutica, la identificación de quien autorizó el producto, las indicaciones terapéuticas, las precauciones de empleo, las advertencias especiales, la posología, la frecuencia de administración y la descripción de las posibles reacciones adversas.
Cabe mencionar que la lectura del prospecto no siempre es suficiente para comprender la información que nos brinda. Cuando se trata de un medicamento que se vende bajo receta, lo normal es que el médico nos dé las indicaciones necesarias para consumirlo en forma adecuada; sin embargo, muchas veces compramos productos farmacéuticos de venta libre y nos encontramos con un gran número de conceptos difíciles de entender. Veamos algunos de los puntos principales de un prospecto, explicados a continuación:
* composición: lista todas las sustancias que conforman el medicamento, así como su nombre, la cantidad y cómo se presenta (en jarabe, comprimidos, cápsulas, etcétera). Aquí se incluyen los principios activos (las sustancias que producen una acción sobre el organismo) y los excipientes (sustancias no activas, como ser el azúcar de los jarabes, los colorantes y el almidón). Es importante revisar los componentes en caso de alergia;
* indicaciones: se trata de los síntomas, las enfermedades o las situaciones para las cuales se recomienda consumir el medicamento;
* posología: especifica la dosis recomendada del medicamento, tanto por toma como por día, además de explicar las diferencias entre la ingesta para niños, adultos y ancianos. También puede aparecer una especificación según el peso o la edad del paciente;
* contraindicaciones: detalla todas las razones por las cuales no debería tomarse el medicamento, tales como ciertas enfermedades crónicas o alergias que conviertan el fármaco en un producto perjudicial para la salud. Sobra decir que se trata de un punto fundamental de un prospecto;
* precauciones: indica en qué situaciones se debe estar especialmente atento, algunas de las cuales pueden derivar en la necesidad de interrumpir la dosis y consultar al médico;
* efectos secundarios: explica las posibles reacciones no deseadas que puede generar el fármaco en el organismo. Las sustancias activas, como los medicamentos, pueden producir efectos que no estén relacionados con la curación o la prevención de un trastorno. Cabe mencionar que la aparición de efectos secundarios leves es normal; de todos modos, al notar algún tipo de alteración es siempre recomendable dirigirse a un médico o a la farmacia de confianza para pedir información.
Un prospecto también puede ser una exposición breve sobre un escrito, una obra, una mercancía, etc. En el ámbito del marketing, se conoce como prospecto al potencial cliente o consumidor.
Los programas informáticos CRM (Customer Relationship Manager) suelen trabajar con información sobre prospectos para que los vendedores puedan concretar la operación y transformar a dichos prospectos en clientes: “El gerente me pidió que le envíe la lista de prospectos para determinar cuáles son los más importantes”, “Dile a Juan que el prospecto de Chile finalmente ha desistido de la compra”, “Nuestro equipo de ventas puede gestionar más de cien prospectos de manera simultánea”.