Definición de producto turístico
Un producto es un objeto que se crea mediante un cierto proceso de fabricación. Puede tratarse de algo construido a mano o con el uso de máquinas: por lo general, el productor tiene el objetivo de comercializar sus creaciones en el mercado.
Turístico, por su parte, es aquello vinculado al turismo. Este concepto se refiere a la actividad que realiza una persona cuando recorre una ciudad que no es la propia, ya sea con fines de ocio, culturales, de negocio, etc.
Con estos antecedentes y algunas aclaraciones, podemos definir el concepto de producto turístico. Esta noción no se refiere a un producto en el sentido material, sino que abarca tanto a los bienes físicos como a los servicios que caracterizan a un destino específico y que forman parte de la experiencia que vive un turista en el lugar.
El producto turístico, por lo tanto, tiene componentes tangibles (como ruinas arqueológicas, una montaña o un museo), pero también intangibles (la hospitalidad de la gente, la calidad de atención). Sus características están dadas por la interacción y la combinación entre todos estos componentes, de características muy diversas entre sí. Puede decirse que el producto turístico incluye a todos los elementos que posibilitan el desarrollo de la actividad turística.
Además de todo lo expuesto, es importante conocer que todo producto turístico cuenta con las siguientes señas de identidad:
-Intangibilidad, que significa que no se puede tocar, ni oler ni sentir.
-Caducidad, porque no se puede almacenar para luego utilizarse.
-Inseparabilidad. Esto lo que viene a significar es que, bajo ningún concepto, puede separarse de quienes son sus proveedores.
-Heterogeneidad, que se compone de un sinfín de valores y elementos que dependerán de quién lo proporcione o de cuándo lo haga.
Partiendo de todos estos aspectos, nos topamos con el hecho de que producto turístico puede ser muchas cosas que ofrezca un destino cualquiera a sus visitantes. En concreto, estos son los productos de ese tipo que más se brinda a los viajeros y que estos más reclaman:
-Espacios: playas, montañas, parques nacionales…
-Lugares culturales: museos, monumentos, yacimientos arqueológicos…
-Ocio: ferias, locales nocturnos, casinos, conciertos…
-Actividades: deportes acuáticos, rutas senderistas, paseos a caballo, viajes en globo, rutas teatralizadas…
-Instalaciones turísticas o gastronómicas: alojamientos (hoteles, hostales…), restaurantes, bares, cafeterías…
-Infraestructuras: medios de transporte, conexión a Internet…
Es importante ser conscientes de que cada destino tiene que prestar especial atención a los productos turísticos que puede ofrecer y que le hacen atractivo. Así, por ejemplo, un lugar de montaña debe destacarse por cabañas alejadas de la urbe, por actividades al aire libre, por visitas a espacios naturales de primer orden…Sin embargo, una ciudad cosmopolita fomentará su atractivo basándose en aspectos tales como sus monumentos, sus pinacotecas, su ocio nocturno e incluso la gran cartelera de obras de teatro y musicales que posee.
Los especialistas en turismo afirman, en este sentido, que los viajeros siempre buscan productos turísticos y no destinos: es decir, no se conforman con un atractivo natural o con un único aspecto de la localidad que eligen, sino que pretenden disfrutar una experiencia satisfactoria en todos los niveles. Las ciudades, a la hora de plantearse cómo atraer visitantes, deben desarrollar una estrategia integral que les permita ofrecer un producto turístico de calidad.