Definición de proactividad

En el Diccionario de la Real Academia Española el concepto de proactividad no aparece, posiblemente porque se trata de un término moderno que aún no goza de total aceptación entre los estudiosos de nuestra lengua. De todas formas, es un concepto que posiblemente todos hayamos escuchado alguna vez y que cada vez adquiere mayor importancia en nuestras sociedades, por eso es necesario definirlo.

La proactividad hace referencia a una actitud presente en algunas personas, que no permiten que las situaciones difíciles los superen; que toman la iniciativa sobre su propia vida y trabajan en función de aquello que creen puede ayudarlos a estar mejor. Pero la proactividad no se limita a una toma de decisiones o a iniciar un proyecto: implica además hacerse cargo de que algo hay que hacer para que los objetivos se concreten y buscar el cómo, el dónde y el por qué.

Las personas proactivas cuentan con valores especialmente seleccionados, los cuales guían su accionar; pese a que puedan suceder muchas cosas a su alrededor son capaces de anteponer siempre sus ideales y luchar con energía positiva ampliando de este modo su círculo de influencia.

El psiquiatra y neurólogo vienés Viktor Frankl (1905-1997) fue quien acuñó el concepto de proactividad. Frankl fue prisionero del régimen nazi y estuvo en un campo de concentración. En su libro “El hombre en busca de sentido”, el autor explicó que pudo subsistir en dicho contexto gracias a que logró dotar de un logos (sentido) a su existencia. Aseguró que la mejor forma de definir el concepto es como la libertad de escoger nuestra actitud frente a las diferentes situaciones que debemos enfrentar en nuestra vida.

Con los años, los conceptos desarrollados por Frankl, entre ellos el de proactividad, se hicieron populares mediante numerosos libros de autoayuda. Steven Covey, por ejemplo, en su obra «Los Siete hábitos», hace referencia al concepto para expresar esa capacidad humana de subordinar los impulsos a su escala de valores, para de este modo evitar que en medio de una catástrofe, el deseo de llorar sea el que gobierne la situación, en vez de la actividad y el trabajo para salir adelante.

En pocas palabras, la proactividad es la actitud de un individuo cuando decide controlar su conducta de una manera activa. De esta forma, la persona comienza a desarrollar su creatividad en pos de mejorar sus condiciones de vida.

Términos opuestos a proactividad

El término opuesto a la proactividad es la reactividad, que consiste en adoptar una actitud pasiva y quedar a merced de las circunstancias. Mientras que las personas proactivas seleccionan sus valores y se focalizan en las situaciones sobre las que pueden actuar, los individuos reactivos son manejados por las circunstancias y superados por problemas sobre los que no tienen capacidad de control.
Las personas reactivas son afectadas poderosamente por las circunstancias y el entorno influye mucho sobre ellas. Estas personas centran su preocupación en lo que otros hagan, en los problemas que acontecen a su alrededor y sobre todo enfocan su mirada en los hechos que no tienen solución. No tienen la capacidad de actuar, se dejan llevar por los acontecimientos.

Muchas veces la proactividad se confunde con la hiperactividad, sin embargo son términos que no están unidos de ninguna forma. Las personas hiperactivas actúan guiadas por sus impulsos, sin prestar atención a las consecuencias, basándose casi exclusivamente en sus estímulos instantáneos; en cambio, las personas proactivas no actúan de prisa o de forma desorganizada, miden lo que harán y cuáles son las posibles consecuencias de ello, no son agresivas o arrogantes, están convencidas de lo que necesitan y actúan en consecuencia.

Para terminar, cabe señalar que para las empresas contratar empleados proactivos puede ser una meta fundamental, incluso algunas compañías ponen por encima de la experiencia la cualidad de proactividad en sus potenciales empleados. En el ámbito del empleo una persona proactiva es aquella que se adelanta a las problemas, los previene o está preparada para enfrentarlos eficientemente. Además es capaz de soportar las presiones del sector y siempre enfoca sus acciones en que las cosas mejoren; no le teme a los cambios, es más, los promueve; y, principalmente, no deja vencerse por los fracasos, sino que aprende de sus errores.

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