Definición de prevención secundaria
La idea de prevención se utiliza en el ámbito de la medicina con referencia a las acciones que apuntan a evitar o minimizar el impacto de una enfermedad. Los especialistas distinguen entre diversos tipos de prevención.
La prevención secundaria, en este marco, es aquella destinada a retardar o interrumpir el avance de una enfermedad que ya fue contraída. Por eso trata de detectar y diagnosticar el trastorno en una etapa incipiente, posibilitando el inicio rápido de un tratamiento e incrementando las posibilidades de curación.
Los niveles de prevención se definen según el grado de progreso de la enfermedad. La prevención primaria es la primera instancia: se dirige al sujeto sano y pretende impedir la adquisición de la enfermedad.
La siguiente etapa es la prevención secundaria, que busca el descubrimiento precoz de la enfermedad para abordarla de forma inmediata. Luego aparece la prevención terciaria, relacionada al tratamiento que se lleva a cabo para permitir la rehabilitación del paciente. Por último, de acuerdo a distintos especialistas, existe la prevención cuaternaria, que se centra en las recaídas.
La prevención secundaria, en definitiva, está dada por las medidas que tienen la finalidad de paralizar el desarrollo de una enfermedad o de, al menos, establecer un tratamiento adecuado para reducir las complicaciones.
La promoción de una dieta saludable en pacientes con enfermedades cardiovasculares es un ejemplo de prevención secundaria. Las personas con cardiopatías deben tener una alimentación específica para que su cuadro no se agrave. Por eso un médico puede sugerir el consumo de alimentos con bajo contenido de sodio (para no contribuir al incremento de la presión arterial) y de colesterol malo (para ayudar a que las arterias no se bloqueen). Por supuesto, un experto es quien debe realizar estas indicaciones en base a sus conocimientos profesionales y a las características específicas de cada individuo.