Definición de premisa
Premisa es un término con origen en el latín praemissus. El concepto se utiliza para nombrar al indicio, síntoma o conjetura que permite inferir algo y sacar una conclusión.
Para la lógica y la filosofía, por lo tanto, las premisas son aquellas proposiciones que anteceden a la conclusión. Esto quiere decir que dicha conclusión deriva de las premisas, aunque éstas pueden ser falsas o verdaderas.
Las premisas son las proposiciones que permiten llegar a una conclusión.
El concepto en la lógica y la filosofía
Por ejemplo:
– Premisa Nro. 1: “A los seres humanos les gusta el mar”
– Premisa Nro. 2: “Facundo es un ser humano”
– Conclusión: “A Facundo le gusta el mar”
Como puede apreciarse en el ejemplo, si los seres humanos disfrutan del mar y Facundo es un ser humano, es posible concluir que a Facundo le tiene que gustar. Por supuesto que la conclusión puede ser errónea ya que la primera premisa no es exacta: hay personas a las que no les gusta el mar.
Premisas verdaderas, conclusión falsa
En otros casos, las premisas pueden ser verdaderas y, sin embargo, la conclusión ser falsa:
– Premisa Nro. 1: “Todos los lunes, Fernanda se despierta a las 8 de la mañana”
– Premisa Nro. 2: “Hoy, Fernanda se despertó a las 8 de la mañana”
– Conclusión: “Hoy es lunes”
En este ejemplo, la conclusión puede ser falsa aún cuando las premisas sean verdaderas ya que la primera premisa no es excluyente. Puede ser cierto, por lo tanto, que Fernanda se despierte todos los lunes a las 8 de la mañana, pero también puede despertarse a esa hora cualquier otro día de la semana.
Aristóteles reflexionó sobre las premisas al estudiar los silogismos.
Sinónimo de principio, valor u objetivo
En el lenguaje coloquial, en tanto, la idea de premisa suele emplearse como sinónimo de principio (en el sentido moral), valor u objetivo.
Así se usa el término en estos sentidos: “El equipo catalán siempre busca la victoria partiendo de la premisa del control del balón”, “Iniciamos el viaje al amanecer con la premisa de llegar a destino a la hora del almuerzo”.
Premisas y silogismo
Se denomina silogismo a una forma de razonamiento deductivo, o sea, de un argumento en el cual la conclusión se obtiene sin excepción a partir de las premisas. En este caso, hay tres proposiciones: dos premisas y la conclusión. El primero en formular un silogismo fue el filósofo y lógico griego Aristóteles en su obra titulada «El Órganon«, que se puede traducir como «el instrumento».
Según Aristóteles, la lógica es una relación de términos, que se juntan o se dividen en los juicios, y en su visión de estos últimos, también intervienen un sujeto y un predicado. Si bien a veces se confunde el concepto de juicio con el de proposición, existen claras diferencias: el primero atribuye a un sujeto lógico un predicado y a los términos, una función semántica y una sintáctica; la proposición, por otro lado, es una afirmación de un hecho como contenido lógico, convirtiéndolo en un todo.
De los juicios a la conclusión
Los términos de un juicio se relacionan entre sí y su comparación con uno que podría considerarse medio da la posibilidad de que aparezcan las conclusiones. De esta manera, el silogismo se compone de dos juicios, la premisa mayor y la menor, en los cuales tres términos son comparados entre sí y de allí nace uno nuevo, que se denomina conclusión. Las leyes de la lógica intentan garantizar que la verdad de los tres primeros se mantenga en el cuarto.
La estructura fundamental de un silogismo es la siguiente:
* Antecedente, constituido por la premisa mayor (con el predicado de la conclusión, representado con la letra P) y la premisa menor (el sujeto de la conclusión, representado con la letra S), que se comparan teniendo en cuenta el término medio, representado con la M;
* Consuecuente, que es el resultado de dicha comparación.