Definición de predestinado
Predestinado es el adjetivo que se le aplica a aquel cuyo destino ya está escrito. De esta forma, se entiende que la persona predestinada tiene su final definido desde el momento de su nacimiento por obra de una divinidad o de algún tipo de fuerza mayor.
La predestinación es la destinación que se concreta con anterioridad a algo. El concepto se utiliza en el ámbito de la religión para nombrar al designio de Dios que selecciona, a través de la gracia divina, a las personas que alcanzarán la gloria.
De acuerdo a esta creencia, los seres humanos nacen predestinados ya que Dios decide sobre sus destinos. En este contexto, Dios no sólo es el Creador, sino que también digita la evolución de acuerdo a su voluntad. La predestinación, por lo tanto, se opone a la noción de libre albedrío.
Si se cree que el hombre está predestinado, se acepta que Dios conoce el destino de todos los seres humanos. Este pensamiento abre la puerta para diversos debates teológicos y filosóficos: si Dios es benevolente y sabe qué hará cada sujeto, ¿por qué permite que las personas hagan el mal? Por otra parte, si se justifica el mal a partir del libre albedrío, no existiría la predestinación.
El calvinismo es una de las doctrinas que sostenían que los hombres ya estaban predestinados. Este movimiento, encabezado por el teólogo francés Juan Calvino en el siglo XVI, postulaba que, aunque Dios ya habría definido quiénes alcanzarían la gloria y quiénes no desde el momento de la Creación, las personas debían buscar en su interior la gracia divina y actuar de acuerdo a las leyes de Dios para demostrar (y demostrarse) que estaban entre los elegidos.
A pesar de que una doctrina que sostenga que no importan las acciones de cada individuo ya que Dios tiene planeado su destino no parezca la mejor manera de impulsar una conducta moral, el calvinismo gozó de una gran aceptación. La razón de su éxito se encuentra en que para descubrir en uno mismo los signos de la gracia divina y comprobar que Dios lo ha elegido es necesario mantenerse dentro de la línea de comportamiento propia de una buena persona. Según se la observe, esta doctrina puede considerarse una profecía autocumplida, o sea, que una vez formulada se convierte en la causa misma de su existencia.
El budismo interpreta la predestinación de una manera muy diferente. En primer lugar, no la relaciona con la existencia ni la obra de ninguna entidad divina; con respecto a su significado, parte de observar que ciertos hechos se suceden de forma encadenada.
La palabra predestinación también puede usarse para hablar de otros conceptos, tales como el porvenir, el karma, el juicio final o el destino, todas ideas pertenecientes al determinismo, una doctrina filosófica que liga cualquier acción y pensamiento humano a la cadena causa-consecuencia, la cual es imposible de romper.
También es posible hablar de predestinación desde un punto de vista netamente físico, así como ocurre cuando se discute acerca de los viajes en el tiempo. De este modo, se ocupa de sucesos que tendrán lugar en el futuro, a diferencia de las creencias que apuntan directamente a la vida más allá de la muerte. Es importante hacer la siguiente distinción: mientras en un universo en el cual cada decisión que tomemos altera el futuro existen infinitos acontecimientos posibles, en uno predestinado todo lo que viviremos ya ha sido determinado por una fuerza superior.
A menudo se incluye la discusión acerca de la omnisciencia de Dios cuando se trata el tema de la predestinación, ya que si puede conocer todos los acontecimientos, debe ser capaz de ver tanto el pasado como el futuro. Aunque ambos conceptos parezcan apuntar a lo mismo, existe una diferencia sustancial: si nuestro paso por este mundo está predestinado, significa que Dios lo ha trazado; la omnisciencia, por otro lado, no implica una acción directa por su parte, sino que describe su grado de conocimiento.