Definición de pospago
Pospago es un concepto que se utiliza para calificar al servicio de telefonía o de televisión que se abona al final del mes. El cliente que cuenta con un abono de este tipo paga una suma mensual luego de acceder a las prestaciones.
Quien contrata un servicio pospago, por lo tanto, paga después de usarlo. En cambio, en un servicio prepago, el desembolso del dinero es previo a la utilización del servicio.
Tomemos el caso de la telefonía fija. Es habitual que los usuarios puedan usar el teléfono con libertad y luego, al final de cada mes, reciban la factura correspondiente a sus consumos. Se trata de un mecanismo pospago: a mayor uso, mayor monto a pagar.
Con la telefonía celular o móvil, lo común es que un plan pospago contemple una cierta cantidad de minutos para hablar y de megas o gigas para navegar por Internet. Dicho paquete dispone de un precio mensual fijo. Si el cliente consume ese crédito de forma anticipada, tiene la posibilidad de recargar saldo o de esperar hasta la carga automática al mes siguiente.
Quien elige un plan prepago de telefonía celular, por el contrario, debe adquirir el saldo antes de usarlo: si no lo hace, no puede emplear la línea. Una vez que gastó su crédito, necesita realizar una nueva recarga.
Por lo general, las llamadas, los mensajes y la navegación por Internet resultan más baratos en los planes pospago que en la modalidad prepago. Así las compañías incentivan a las personas a comprometerse con un pago mensual que supone un ingreso estable y sostenido en el tiempo para la entidad, a diferencia de lo que sucede con aquellos que seleccionan una opción de prepago.
Existen muchos debates acerca de las diferencias entre los servicios de prepago y los de pospago, centrados especialmente en las ventajas y desventajas que supone cada uno para los clientes y las empresas. A simple vista, podemos decir que el que beneficia más a una parte perjudica más a la otra, de manera inevitable:
* el pospago aumenta las posibilidades de la empresa de ganar más dinero por mes, pero pone en riesgo el bolsillo del cliente si consume de forma desmedida;
* el prepago, por otro lado, le otorga un mayor control al cliente porque le da desde el primer día del período la seguridad de que no gastará más dinero del que desee, mientras que minimiza las posibilidades de la empresa de obtener ganancias extraordinarias.
Y es a raíz de este contraste que podemos apreciar otras diferencias, las que complementan las modalidades de pago. Por ejemplo, mientras que con el pospago la empresa puede sentarse a esperar cruzada de brazos a que sus clientes realicen un consumo excesivo por falta de atención y les paguen grandes sumas de dinero al final del período, con un plan de prepago debe esforzarse todos los días por recordarles acerca de sus decenas de promociones y ofertas especiales: «esta Navidad, consigue más datos», «no dejes de enviar SMS por falta de crédito», «compra entradas de cine con descuento», etcétera.
En definitiva, el pospago es un sistema que desde un punto de vista comercial podría considerarse arcaico, ya que responde a un modelo propio de las primeras grandes compañías, situadas en un mercado con mucha menos competencia que en el presente, sostenido por consumidores que no hacían tanto uso de sus propios derechos porque no los conocían o bien porque no tenían los medios de comunicación necesarios para elevar sus quejas a puntos imposibles de ignorar. Internet y las redes sociales nos brindan la posibilidad de exigirles a las empresas que nos respeten pero también que nos ofrezcan los servicios que más se ajusten a nuestras necesidades, y el pospago no parece entrar en esta categoría.