Definición de plastidio
Un plastidio es un organelo presente en las células de tipo eucariota, cuya finalidad es generar y acumular ciertas sustancias químicas.
Típicos de organismos como las algas, los vegetales y el plancton, los plastidios (que también se conocen como plástidos o plastos) son esenciales en la síntesis de los aminoácidos, en la fotosíntesis y en otros procesos.
Además de todo lo expuesto, merece la pena conocer otros datos de interés acerca de los plastidios:
-Pueden poseer pigmentos. En concreto, entre los más habituales se encuentran los cromoplastos, los oleoplastos, los cloroplastos o los leucoplastos.
-En su fase juvenil se conocen como proplastidios.
-Pueden tener tanto tamaños como formas muy variadas.
-Se encuentran envueltos por una doble membrana.
-En concreto, se suelen dividir en dos grandes grupos: los que tienen pigmentos y los que no los poseen.
En los organismos que se reproducen de manera sexual, los plastidios son transmitidos mediante los gametos. Cuentan con un ADN particular (denominado ADN plastidial) y disponen de ribosomas de tamaño reducido en comparación a los ribosomas del citoplasma.
De acuerdo a su origen y su estructura, es posible diferenciar entre los plastidios primarios y los plastidios secundarios. Los plastidios primarios están presentes en las plantas terrestres y las algas verdes y rojas, mientras que los plastidios secundarios se hallan en las algas pardas y en otros organismos. Otra clasificación, desarrollada de acuerdo a la localización de los plastidios, habla de amiloplastos, proplástidos, leucoplastos y cromoplastos.
Los cromoplastos, a su vez, se clasifican en varios grupos, concretamente en cuatro:
-Fibrilares. En este caso, también se dan en llamar tubulosos y en estos lo que sucede es que los pigmentos están en relación con fibras proteicas.
-Cristalosos. Por su parte, estos son aquellos en los que los citados pigmentos lo que hacen es asociarse con lo que son las conocidas membranas tilacoides.
-Globulosos. Son aquellos que, junto a los lípidos, se van acumulando en forma de gotas.
-Membranosos. Un claro ejemplo de este tipo de plastidios es el “narcissus”, caracterizado por sus membranas que se encuentran arrolladas de manera helicoidal.
Asimismo hay que tener claro que los cromoplastos se asocian a colores tales como el amarillo y el naranja que pueden encontrarse tanto en diversas plantas como incluso en frutas.
De los leucoplastos podemos decir que son incoloros y que se pueden encontrar en células vegetales de órganos que en ningún momento se hallan expuestos a la luz. Este sería el caso, por ejemplo, de raíces, semillas…
Es importante resaltar que, aunque los plastidios son típicos de las plantas, hay animales que pueden presentar plastidios secundarios en sus células. Ese es el caso de los corales, que pertenecen al filo de los cnidarios.
Hay que destacar, por otra parte, que los plastidios forman parte de la actividad que permite a las células almacenar proteínas, lípidos y carbohidratos, sustancias que son necesarias para su subsistencia y desarrollo. Los plastidios, además, pueden portar pigmentos que determinar la coloración del organismo en cuestión, como los carotenoides o incluso la clorofila.