Definición de plano cartesiano
El primer paso que vamos a realizar antes de entrar de lleno en el análisis del término plano cartesiano es proceder a establecer el origen etimológico de las dos palabras que dan forma al mismo. Así, el vocablo plano podemos determinar que emana del latín y más exactamente del término planus que puede definirse como “llano”.
La noción de plano tiene diversos usos y acepciones. Puede tratarse de una superficie que carece de relieves, elevaciones u ondulaciones; de un elemento que cuenta con sólo dos dimensiones y que alberga infinitos puntos y rectas; o de un esquema desarrollado a escala que representa un terreno, una edificación, un dispositivo, etc.
Cartesiano, por su parte, es un adjetivo que deriva de Cartesius, el nombre en latín del filósofo francés René Descartes (que vivió entre finales del siglo XVI y la primera mitad del siglo XVII). El término, por lo tanto, refiere a lo vinculado al cartesianismo (los postulados o principios propuestos por este pensador).
Se conoce como plano cartesiano al elemento ideal que dispone de coordenadas cartesianas. Éstas son rectas paralelas a los ejes que se toman como referencia. Se trazan sobre el mencionado plano y posibilitan establecer la posición de un punto. La denominación de plano cartesiano, por supuesto, es un tributo a Descartes, quien sostenía su desarrollo filosófico en un punto de partida que resultaba evidente y que permitía construir conocimiento.
El plano cartesiano exhibe un par de ejes que son perpendiculares entre sí y se interrumpen en un mismo punto de origen. El origen de coordenadas, en este sentido, es el punto referente de un sistema: en dicho punto, el valor de todas las coordenadas tiene nulidad (0, 0). Las coordenadas cartesianas x e y, por otra parte, reciben el nombre de abscisa y ordenada, de manera respectiva, en el plano.
De la misma forma tampoco podemos obviar otra serie de elementos que son fundamentales en cualquier plano cartesiano. De esta manera, nos encontramos con el origen de coordenadas, que se representa mediante la O y que puede definirse como el punto en el que se cortan los ejes anteriormente mencionados.
Asimismo, también hay que hacer referencia a lo que se da en llamar abscisa del punto P y la ordenada del punto P. Y todo ello sin olvidar tampoco que en cualquier plano cartesiano se pueden llevar a cabo diversas funciones como son las lineales, las de proporcionalidad directa y las de proporcionalidad indirecta.
Las primeras se identifican por el hecho de que en ellas todos los puntos están alineados. Mientras, las segundas están protagonizadas por la presencia de lo que se conoce como constante de proporcionalidad, que se identifica por la letra k, y por el hecho de que en ellas si en los pares de valores se divide la ordenada por la abscisa siempre se obtiene el mismo número.
Una operación esta que difiere de la que se da en las funciones de proporcionalidad indirecta pues en ellas lo que se produce es la multiplicación de la ordenada por la abscisa en los pares de valores. El resultado será siempre el mismo número.
En un sistema de coordenadas plano, que está formado por dos rectas perpendiculares que se cortan en el origen, cada punto puede denominarse a través de dos números.