Definición de pirosis

En el griego es donde se encuentra el origen etimológico de pirosis. En concreto, deriva de “pyrosis”, que puede traducirse como “quemadura” y que, a su vez, es fruto de la suma del verbo “pyroun”, que es sinónimo de “quemar”, y el sufijo “-osis”. Este se utiliza para indicar a un proceso de tipo patológico.

El concepto de pirosis se utiliza para nombrar al malestar que se siente al advertir una quemazón que se registra entre la faringe y el estómago.

La hernia de hiato, la ingesta de medicamentos que irritan la mucosa gástrica, como sería el caso de las aspirinas, e incluso espasmos de tipo esofágico son otras de las causas que pueden llevar a que una persona sufra pirosis.

La sensación de calor excesivo puede aparecer junto a la secreción de saliva y una acumulación de gases. También conocida como acidez, la pirosis se produce cuando la persona regurgita el ácido gástrico.

El citado ardor en el tórax, dificultad para tragar, una gran frecuencia de eruptos o incluso sentir en la boca sabores ácidos son algunos de los síntomas de la pirosis.

Lo habitual es que el ácido estomacal no entre en contacto con el esófago. Sin embargo, cuando se produce la relajación del esfínter esofágico al tragar, es probable que aquello que había pasado al estómago regrese al esófago, ahora mezclado con el ácido. Dicha acción recibe el nombre de reflujo.

En un organismo que funciona de manera saludable, la peristalsis se encarga de controlar el reflujo mientras que la saliva ayuda a neutralizar el ácido. Sin embargo, ante una hernia hiatal u otros trastornos, la pirosis puede hacer su aparición.

Existen muchas maneras de combatir la pirosis. Entre los fármacos que puede recetar un médico, se encuentran los denominados inhibidores de la bomba de protones, ciertos antihistamínicos y, por supuesto, los antiácidos.

El control de la dieta también es importante, ya que algunos alimentos tienen mayor incidencia en la aparición del reflujo y de la pirosis. Beber una cantidad elevada de agua puede ser útil, ya que contribuye a diluir los ácidos en el estómago.

Además de los consejos expuestos, también es importante seguir otra serie de recomendaciones para evitar la pirosis:
-No se deben tomar cítricos ni bebidas como el café porque estimulan la secreción de ácidos del estómago.
-También es recomendable no vestir con prendas ajustadas.
-De la misma manera, es aconsejable cenar al menos dos o tres horas antes de irse a dormir.
-Si se tiene sobrepeso, también hay que perder unos kilos porque estos favorecen que surja este problema que nos ocupa.

Es probable que, ante la pirosis, el médico sugiera realizar diversos estudios que descarten la presencia de otros males. La endoscopia (con una biopsia de tejido del esófago), la manometría y las radiografías del tracto superior digestivo son algunas de las posibilidades.

Durante el embarazo es habitual que muchas mujeres sufran de pirosis. De ahí que, entre otras cosas, debe optar por evitar alimentos muy condimentados y por realizar comidas copiosas. Todo eso sin pasar por alto que también es necesario que durante el día mantenga una buena hidratación, bebiendo agua o zumos naturales periódicamente.

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