Definición de pincel
Encontrar el origen etimológico del término pincel nos lleva a tener que trasladarnos hasta el catalán, ya que emana de la palabra “pinzell”. Esta a su vez emana del latín vulgar “penicellus”, que era el vocablo que se empleaba para referirse a lo que era la cola de los animales de cuatro patas.
Pincel es un instrumento que dispone de un mango largo y delgado que, en uno de sus extremos, presenta un manojo de cerdas, pelos u otros filamentos. El pincel puede utilizarse para dibujar o pintar: lo que se hace es remojar las cerdas en pintura u otra sustancia similar y después deslizarlas sobre la superficie que se pretende pintar. El pincel se encargará de dejar un rastro de pintura.
Todo pincel cuenta con tres fundamentales: el mango, la férula y el pelo.
Por ejemplo: “Necesito comprar un nuevo pincel para pintar los marcos de la puerta”, “El artista tiene una colección de más de mil pinceles ya que, una vez que no sirven más, los guarda como recuerdo”, “La maestra de Dibujo pidió que llevemos pinceles de cinco tamaños diferentes a clase”.
El elemento más importante del pincel es el pelo. Puede tratarse de pelo natural de animal o de filamentos sintéticos. De acuerdo a la dureza de estos pelos, el pincel tendrá diferentes características que determinarán las posibilidades que brinda para pintar o dibujar. Los pelos menos rígidos son los que permiten realizar trazos más suaves y delicados.
En cuanto al tipo de pelo hay que decir que los pinceles con pelos de animal más frecuentes son los de cerda, los de marta rojo y los de marta kolinsky. Este último, está considerado el mejor pelo y por eso es el más caro, teniendo en cuenta además que procede de un animal que vive en el norte de Siberia y que se encuentra en peligro de extinción.
Existen muchos pinceles diferentes, en cuanto a formas, para que así cualquier persona que los utilice pueda encontrar el que más y mejor se adapte a sus gustos, a sus labores o a sus objetivos. No obstante, entre los más significativos se encuentran los siguientes:
• Pincel de abanico, que se emplea fundamentalmente para lo que sería difuminar el carboncillo.
• Pincel de punta redonda, que es aquel que se utiliza para poder llevar a cabo tareas que requieran un trabajo mucho más al detalle y más fino.
• Pincel de lengua de gato, que es muy útil para realizar una gran diversidad de labores ya que combina a la perfección lo que son las ventajas del pincel de punta redonda con las del pincel plano.
Otra característica muy importante del pincel es su ancho. A mayor anchura de su haz de pelos, mayor grosor de los trazos. Esto quiere decir que, para pintar una pared de un solo color, lo mejor es optar por pinceles muy gruesos, ya que facilitará el trabajo. En cambio, para dibujar, es preferible optar por pinceles más finos que permiten desarrollar todo tipo de detalles. Ciertos pinceles intermedios, por su parte, son aptos para diversas tareas.