Definición de pigmento

En el latín es donde se encuentra el origen etimológico de la palabra “pigmento”. En concreto, procede del término “pigmentum”, que puede traducirse como “sustancia que da color” y que se encuentra compuesto de dos partes claramente delimitadas:
-El verbo “pingere”, que es sinónimo de “pintar”.
-El sufijo “-mento”, que es equivalente a “resultado”.

Pigmento es la sustancia que se emplea para colorear una pintura, un barniz, un esmalte, etc. Su acción se produce al modificar el color de la luminosidad reflejada, ya que absorbe parcialmente dicha tonalidad e irradia otra.

Gracias a los pigmentos, es posible conferir un determinado color a la comida, la ropa y los productos de cosmética, por ejemplo. Por lo general se usan pigmentos en polvo, que se añaden a algún material incoloro o de tono muy tenue. Existen pigmentos que actúan como colorantes permanentes y otros que, con el paso del tiempo, dejan de teñir la sustancia en cuestión.

Aunque suelen usarse como sinónimos, es posible establecer diferencias entre los pigmentos y los tintes. Mientras que éstos son líquidos y permiten obtener una solución, los pigmentos suelen ser sólidos que crean una suspensión.

Cabe destacar que los pigmentos que surgen por acción de la naturaleza, como el óxido del hierro, ya eran utilizados por el hombre prehistórico. Con el tiempo, la humanidad comenzó a desarrollar pigmentos por medio de mecanismos industriales.

Muy importantes son los llamados pigmentos vegetales. Estos son el conjunto de sustancias que existen en las plantas y que dan forma a estructuras complejas. En concreto, entre los más conocidos están la clorofila, los antocianos, los flavonoides y el caroteno.

No obstante, quizás la más conocida es la clorofila, que se convierte en una pieza fundamental de la llamada fotosíntesis. Y es que se encarga de absorber lo que es la luz del día para establecer y fijar lo que es el dióxido de carbono del aire.

En el ámbito de la biología, se conoce como pigmento a la sustancia que aporta la tonalidad a las células. Estos pigmentos, que pueden disolverse o actuar como gránulos, definen el tono del cabello, los ojos y la piel, entre otras partes del cuerpo. Entre los pigmentos biológicos de mayor trascendencia se hallan la clorofila (que otorga el característico color verde a las plantas) y la melanina.

Asimismo, dentro del ámbito de la biología, también está lo que se conoce como pigmento respiratorio. Con ese término se define a la proteína, de tipo conjugado, que se dedica a transportar el oxígeno en los fluidos que existen en el cuerpo como puede ser, por ejemplo, la sangre. Por regla general, aquel lo tienen todos los animales. No obstante, existen algunos que no lo poseen, como sería el caso de ciertos peces que viven en las aguas del Océano Ártico y que tienen la particularidad de contar con la sangre totalmente transparente.

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