Definición de permeable
Permeable es un vocablo que tiene su origen en permeabilis, un término latino. Se trata de un adjetivo que refiere a aquello que, por sus características físicas, está en condiciones de ser atravesado por algún tipo de fluido.
Por ejemplo: “Una carpa o tienda de campaña nunca puede estar confeccionada con materiales permeables”, “Para realizar este experimento, tendremos que tapar el frasco con una membrana permeable”, “¿Cómo hacemos para evitar que el techo de la casa sea permeable? Cada vez que llueve, tenemos problemas…”.
A esta condición se la conoce como permeabilidad. La noción refiere a la capacidad de un material para posibilitar que un líquido lo penetre sin que se produzcan cambios en su estructura interior. El paso del líquido puede desarrollarse a mayor o menor velocidad de acuerdo a su presión y densidad, y también al nivel de porosidad que tiene el material permeable.
Cuando un material carece de permeabilidad, se dice que es impermeable y, por lo tanto, no permite el paso de un fluido por su superficie; tal es el caso de los tejidos usados para fabricar paraguas, botas de lluvia y ciertos abrigos.
Si el adjetivo permeable se aplica a una persona, se está haciendo mención a que es un sujeto influenciable. Los seres humanos que cambian sus conductas por las opiniones de los demás reciben este calificativo: “El intendente local siempre quiere estar rodeado de gente permeable para poder imponer sus puntos de vista”, “Nunca fui permeable a lo que dicen los vecinos, así que no me importa qué opinen sobre las obras que estoy haciendo en mi casa”.
Síndrome del intestino permeable
El intestino es permeable por naturaleza, ya que necesita dejar que pasen pequeñas moléculas para que nuestro organismo absorba los nutrientes importantes; más aún, una de las principales funciones de las células de la pared del intestino es la regulación de dicha permeabilidad.
Cuando las paredes del intestino se inflaman de manera considerable, las aperturas que existen en la barrera intestinal entre las células epiteliales (que se conocen con el nombre de uniones estrechas) comienzan a dejar entrar el torrente sanguíneo de microbios, partículas de alimento sin digerir y toxinas, entre otros cuerpos, y les permiten circular con libertad. Ante este fenómeno, que se denomina síndrome del intestino permeable, el sistema inmunológico responde atacando a los elementos que pasaron por las uniones estrechas, como si se tratara de patógenos.
Algunas de las causas del síndrome del intestino permeable son las siguientes:
* consumo de ciertos alimentos, como ser gluten (el mayor causante), azúcar refinado en grandes cantidades, conservantes, harinas refinadas, saborizantes y comidas procesadas, ya que hacen ingresar al cuerpo ciertas sustancias que éste identifica como toxinas;
* infecciones, entre las que destacan los parásitos intestinales, el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado y la candidiasis;
* estrés crónico, que por lo general causa una marcada deficiencia en el sistema inmunológico, lo cual deriva en que los patógenos entren con éxito en el organismo y se inflame el intestino, dando paso a su excesiva permeabilidad;
* inflamaciones en el tracto digestivo, que pueden surgir a raíz de la hipoclorhidria, o sea, la carencia en el estómago de ácido clorhídrico;
* toxinas a través de ciertos medicamentos (como ser los esteroides, los antiácidos y los antibióticos) o bien del propio medio ambiente (el mercurio, el Bisfenol A en latas de conserva y plásticos, y los pesticidas).
Entre los síntomas del síndrome del intestino permeable se encuentran los siguientes: diarrea, gases, estreñimiento, colon irritable, infección sin causa aparente, intolerancia a ciertos alimentos. Por otro lado, el hábito de ingerir antiinflamatorios o aspirinas con frecuencia, así como el abuso del alcohol, puede provocar este trastorno.