Definición de periscopio
En el griego es donde se encuentra el origen etimológico del término periscopio, un cultismo, que es fruto de la suma de dos componentes de dicha lengua:
-El prefijo “peri-”, que puede traducirse como “alrededor”.
-El verbo “skopein”, que es sinónimo de “observar”.
Un periscopio, por lo tanto, es un elemento con forma de tubo que, gracias a la utilización de prismas o de espejos, permite ver una región que resulta imposible de visualizar sólo con los ojos.
A través de su particular diseño, un periscopio posibilita que alguien que está oculto en una trinchera o en otro espacio semejante, vea sin ponerse al descubierto. Lo habitual es que cuente con espejos paralelos que forman un ángulo de cuarenta y cinco grados ante la línea que los vincula. Dichos espejos se instalan en el extremo superior del tubo, mientras que el usuario sitúa su vista en el extremo inferior. Así, puede ver sin necesidad de asomarse.
Si le añaden lentes con aumento, los periscopios incluso permiten observar a gran distancia. Esta característica está presente en los periscopios que funcionan en los submarinos y que se usan para ver sobre la superficie del agua mientras el vehículo se desplaza de manera subacuática.
En concreto, podemos determinar que se considera que varios son los usos que se le dan al periscopio, entre los que destacaríamos los siguientes:
-Para la observación de aviones y buques.
-Para el lanzamiento de torpedos.
-En la navegación astronómica en inmersión.
-Para estudiar y analizar la distancia para atacar al enemigo.
-En la navegación por lo que son marcaciones costeras.
Históricamente entre los periscopios más significativos se encontraban los de ataque que, como su propio nombre indican, se utilizaban para llevar a cabo el ataque al enemigo. No obstante, en determinadas ocasiones también eran empleados como sistema se observación, es decir, en sustitución de los llamados de observación.
Esos últimos se identificaban porque contaban con mucha mejor iluminación, transmitían mejor la luz y por esas y otras características se consideraban que eran mucho más completos. Tanto es así que, en muchas ocasiones, se empleaban para acometer incluso ataques nocturnos.
Los orígenes del periscopio se encuentran en la figura de Sarah Mather quien, en el año 1845, patentó un dispositivo que permitía fundamentalmente llevar a cabo lo que era la observación de las profundidades del océano a lo que eran los buques de navegación. Luego después de ella, desarrollaron su sistema y se acercaron más al periscopio como lo entendemos hoy figuras de la talla de Simon Lake o Morgan Robertson.
Con cajas de cartón, pegamento, tijeras y dos espejos, es posible construir un periscopio casero. Sólo hay que imitar la forma de estos dispositivos y pegar los espejos de manera que queden opuestos. Estos periscopios de cartón son juguetes muy apreciados por los niños.
“El periscopio”, por último, fue el título de un programa de televisión que, en la década de 1990, condujo la actriz y modelo Graciela Alfano en Argentina. Dicho programa se centraba en los espectáculos, con entrevistas a diversas personalidades del ambiente.