Definición de periférico
El primer paso que vamos a dar antes de entrar de lleno a determinar el significado del término periférico es dejar patente cuál es su origen etimológico. En este sentido, tenemos que exponer que se trata de una palabra que emana del griego, concretamente es fruto de la suma de tres componentes de dicha lengua:
• El prefijo “peri-“, que puede traducirse como “alrededor”.
• El vocablo “phero”.
• El sufijo “-ikos”, que se usa para indicar que algo es “relativo a”.
En su sentido tradicional, el término periférico es un adjetivo que refiere a algo que está vinculado a la periferia (el perímetro o contorno de una cosa, o la zona que está en los alrededores de un determinado centro). En la actualidad, sin embargo, el concepto se emplea como sustantivo en el ámbito de la informática para hacer mención a un dispositivo complementario de una computadora.
Comencemos con el significado original. Lo periférico es aquello que rodea una cosa, ya sea de manera física o simbólica. Por ejemplo: “Si buscas un hotel más barato, te conviene alojarte en un barrio periférico”, “No te equivoques: las decisiones las tomamos Manuel y yo, los demás son miembros periféricos de esta junta directiva”, “Trabajo en una zona periférica, algo alejada del microcentro”.
Es fácil comprender la noción en un sentido geográfico o urbanístico. El centro de una ciudad X está rodeado de barrios o suburbios periféricos, que se hallan muy cerca pero no están incluidos en él. A nivel simbólico, lo periférico se vincula a aquello que no forma parte de lo esencial o de lo más importante.
En cuanto a su acepción en la tecnología, el periférico es el aparato que, conectado al CPU de una computadora, brinda herramientas o prestaciones auxiliares. Los periféricos permiten que el ordenador interactúe con el medio externo. El teclado, el ratón (o mouse), la impresora, el escáner y la webcam son algunos de los periféricos más frecuentes: “La computadora es buena, pero debemos comprarle algunos periféricos para incrementar su utilidad”, “En mi opinión, la impresora es el periférico indispensable en cualquier equipo informático”.
En concreto, tendríamos que establecer que los periféricos podemos clasificarlos en cinco grandes grupos:
1. Periféricos de entrada. Son los que permiten introducir datos a un ordenador desde el exterior. Entre los más importantes se encuentran el ratón, el teclado, el escáner o el lápiz óptico, entre otros.
2. Periféricos de salida. Son aquellos que dan la oportunidad de recibir información desde la CPU del ordenador y mostrarla para que el usuario pueda verla y utilizarla. En este caso, los más significativos son la pantalla, la impresora, el altavoz…
3. Periféricos de entrada y salida. Como su propio nombre indica, son los que permiten tanto introducir información externa al ordenador como sacarla desde él. Ejemplos de ello son dispositivos tales como la impresora multifunción o la pantalla táctil.
4. Periféricos de comunicación. Bajo dicha denominación se encuentran los artículos que dan la posibilidad de que se establezca una interconexión entre dos ordenadores o entre un ordenador y un periférico que es externo al mismo. Este sería el caso, por ejemplo, del módem o del bluetooth.
5. Periféricos de almacenamiento. Son los que guardan la información con la que trabaja la CPU para que aquella pueda ser usada en el momento que se desee. Están los pendrivers, los discos duros, la tarjeta de memoria…
Importancia y evolución del teclado
La mayoría de los periféricos resultan casi indispensables para el usuario común: es difícil imaginar una sesión de ordenador sin monitor, ratón o teclado. Pero eso no significa que dichos componentes reciban el respeto que se merecen. De hecho, el teclado suele pasar desapercibido para la mayoría de la gente, como si se tratara de una parte que sólo resulta útil para ingresar nuestros datos en los formularios o para transcribir documentos a la computadora. Sin embargo, es gracias a este periférico que los programadores pueden crear todas nuestras aplicaciones favoritas, los sistemas operativos y, en general, aportar el código para cualquier dispositivo electrónico que conocemos.
El teclado es el periférico de entrada más importante, aún más que el monitor; no olvidemos que en un principio la salida de información se realizaba mediante impresión en papel. Este componente, si bien carente de complejidad a nivel tecnológico, permite a los desarrolladores de programas, electrodomésticos y vehículos, entre otros productos de lo más variados y aparentemente indispensables para nuestra vida, comunicarse con los ordenadores para hacer sus proyectos realidad.
El desarrollo de un periférico surge como respuesta a una necesidad, de mayor o menor grado, y desde su concepción hasta su estandarización debe atravesar años de pruebas y modificaciones, un arduo proceso del cual participan tanto las empresas como los usuarios.
En la historia del teclado dichos cambios se pueden apreciar a simple vista. En el año 1987, IBM estableció el estándar de 101 teclas que muchos usan en la actualidad; pero no sin antes pasar por otros diseños un tanto menos convincentes. El primero se llamaba XT y tenía 83 teclas; esto no era necesariamente un punto en contra, pero sí lo era la ubicación de algunas de las teclas más usadas, que resultaban incómodas. Por otro lado, este primer modelo ofrecía ciertos atajos a funciones de gran utilidad que se perdieron en el tiempo.
Seguidamente, apareció el AT, que tenía una tecla más que su predecesor, aunque ninguna innovación que justificara su permanencia en el mercado por mucho tiempo más. A diferencia de los actuales teclados, aún tenía sólo diez teclas de función, no poseía las cuatro teclas direccionales que todos conocemos y la tecla ESC se ubicaba a la derecha, como parte del teclado numérico.