Definición de panificación
Lo primero que hay que conocer, antes de descubrir el significado del término panificación, es su origen etimológico. En este caso hay saber que emana del verbo panificar, el cual deriva del latín, concretamente es el resultado de la suma de dos componentes léxicos:
-El sustantivo “panis”, que es sinónimo de “pan”.
-El verbo “facere”, que puede traducirse como “hacer”.
Panificación es el acto y el resultado de panificar. Este verbo (panificar), en tanto, alude al proceso que permite producir pan.
Para comprender la idea de panificación, es imprescindible saber qué es el pan. Así se denomina al alimento que se prepara cocinando una masa de harina, agua y, por lo general, levadura.
La panificación, en definitiva, es aquello que se desarrolla para obtener panes. Los establecimientos dedicados a la fabricación de pan, que reciben el nombre de panaderías, tienen a la panificación como su actividad principal.
Es importante tener en cuenta que la panificación puede llevarse a cabo de múltiples formas. De hecho, existen muchos tipos de panes que se diferencian por sus ingredientes y sus modos de preparación.
La panificación artesanal se hace de manera manual, ya sea a nivel hogareño o en pequeñas panaderías. Para este trabajo no se emplean máquinas a la hora de las mezclas y el amasado.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que cada vez más personas se animan a preparar su propio pan en casa. Y eso ha propiciado que aumente la demanda de las llamadas panificadoras. Estas, que han aparecido recientemente, son unos electrodomésticos que están destinados exclusivamente para hacer pan casero de una forma sencilla.
Suelen tener esos dispositivos el tamaño de una freidora y se encargan de mezclar, amasar, acometer el levado y finalmente el horneado del pan en cuestión.
A la hora de comprar una panificadora, eso sí, es importante tener en cuenta varios criterios importantes como son los programas que incluye, la capacidad que posee o la temperatura que permite alcanzar.
Si cada vez más personas preparan su pan artesanal es porque se considera que eso les va a permitir disfrutar de una serie de ventajas. Entre ellas están que conocen las materias primeras que usan, que lo elaboran por completo ajustado a sus gustos o necesidades así como que se va a conseguir un pan que dure en perfectas condiciones más tiempo. Eso sin olvidar que ese va a tener menos sodio y que va a ser una importante fuente de fibra.
En cambio, la panificación industrial implica una producción a gran escala. En este caso, se recurre a diferentes aparatos para mezclar los ingredientes y amasarlos. La cocción, en tanto, se concreta en hornos de dimensiones amplias.
Cualquier persona, con conocimientos mínimos de gastronomía, puede concretar un proceso básico de panificación en su hogar. Alcanza con mezclar harina de trigo, agua y sal, por ejemplo, para lograr una masa que, una vez cocinada, se transforme en pan. Si se incluye levadura y se respetan los tiempos de leudado, el resultado de la panificación será un producto con una textura más esponjosa.