Definición de pancarta
La raíz etimológica de pancarta se encuentra en dos vocablos de la lengua griega: pân (que alude a un “todo”) y chártēs (traducible como “papel”). Esas ideas derivaron, en el bajo latín, en pancharta, el antecedente más cercano de pancarta.
De acuerdo a la primera acepción mencionada por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario, una pancarta es un pergamino que se forma al copiar diferentes documentos. En la actualidad, sin embargo, el uso más habitual del concepto se vincula al cartel exhibido en un acto público para transmitir un mensaje de protesta o reivindicativo.
Las pancartas, por lo tanto, son proclamas que se muestran en manifestaciones y marchas, o que se exponen en determinados acontecimientos para llamar la atención sobre algún tipo de problemática. Muchas veces se constituyen como un recurso propagandístico.
Es posible fabricar una pancarta con papel, cartón, tela u otros materiales. Lo importante no es el soporte material ni el formato elegido, sino el mensaje que difunden.
Supongamos que varias organizaciones de izquierda se reúnen para protestar contra la intervención armada de un cierto país en un territorio extranjero. Los manifestantes se congregan en una plaza y llevan distintos tipos de pancartas: a favor de la paz, de repudio contra la nación que dispuso el desarrollo de la acción bélica o incluso para identificar a los partidos políticos que impulsan la protesta en cuestión. Así, los participantes levantan sus pancartas para que todos puedan leerlas y para que las expresiones sean transmitidas a través de las imágenes registradas por los medios de comunicación.
A diferencia de lo que ocurría hasta hace algunos años, en la actualidad es posible diseñar una pancarta en el ordenador o en cualquier otro dispositivo que sea capaz de correr un programa de edición gráfica, para luego imprimirla, ya sea en casa o en un centro que cuente con aparatos para impresión sobre lienzos u hojas de gran tamaño.
Cabe mencionar que el concepto de pancarta ha evolucionado con el correr de los años y hoy en día también sirve para hacer referencia a un cartel digital que se expone a través de Internet en una página web. En este caso se suele usar con el objetivo de incluir anuncios publicitarios o enlaces gráficos a otros sitios.
Así como las pancartas que se elaboran con la intención de usarse en protestas o manifestaciones públicas, las digitales también deben priorizar la claridad del mensaje por encima de los aspectos estéticos, y para ello existen varios consejos que podemos tomar en cuenta para evitar resultados deficientes. En primer lugar se encuentra el uso del color. Por tentador que resulte incluir en nuestro proyecto un amplio rango de tonalidades, en estos casos siempre debemos apoyarnos en la idea de que «menos es más».
La cantidad de colores no debe ser alta para que los resultados sean buenos, sino que debe reflejar la temática de forma adecuada tanto como el texto del mensaje. Por ejemplo, si la pancarta se confecciona para una manifestación acerca del cuidado del medioambiente, la paleta de colores recomendada debería incluir verdes, marrones, rojos y azules, pero no todos sino aquellos que más claramente expresen el mensaje: si el problema se relaciona con el agua, usamos el azul; si se centra en los árboles, verdes y marrones.
Habiendo decidido este aspecto de la pancarta llega el momento de pensar en los elementos gráficos que acompañarán el texto. Este punto es delicado, porque puede obligarnos a disminuir el tamaño de la fuente, con la consecuencia de que el mensaje se vuelva menos legible. Por eso se recomienda complementarlo con la cantidad justa de dibujos, o bien prescindir de ellos.