Definición de panacea
El vocablo griego panákeia llegó al latín como panacēa, que en nuestro idioma se convirtió en panacea. El término permite referirse a un medicamento que se considera eficaz para el tratamiento de distintas enfermedades.
También se llama panacea a la solución que puede aplicarse a cualquier clase de mal. En la antigüedad, en tanto, los alquimistas pretendían hallar la panacea universal: una sustancia capaz de ofrecer la curación de todas las enfermedades.
A lo largo de varios siglos, los alquimistas intentaron encontrar ese medicamento que pudiera revertir cualquier problema de salud. Si se descubría la panacea universal, creían los alquimistas, la vida iba a poder extenderse de forma indefinida.
Cabe destacar que, en la mitología griega, Panacea era una diosa menor vinculada a la salud. Hija de Epione (una mujer mortal) y Asclepio (el dios de la medicina para los antiguos griegos), a Panacea se le atribuía la propiedad de una poción que sanaba a los enfermos. Esta cuestión mitológica explica la búsqueda de los alquimistas y el uso de la noción en el campo de la medicina.
Como datos adicionales, Panacea era nieta de Apolo (el dios de la belleza) y hermana de Higia (diosa de la higiene y la limpieza), Yaso (diosa de la sanación de las enfermedades), Aceso (diosa del proceso mismo de la curación) y Egle (diosa del aspecto sano).
Panacea también tenía cuatro hermanos mortales: Macaón (rey de la ciudad de Tríkala, especializado en cirugía), Podalirion (otro rey de Tríkala, dedicado a la medicina), Arato (un héroe responsable de la liberación de Sición) y Telesforo (pasó toda su vida sirviendo a su padre). La reina de las Amazonas, Pentesilea, le quitó la vida a Macaón en la Guerra de Troya, de la cual había participado junto con su hermano Pondalirion.
De acuerdo con los relatos propios de la mitología griega, la diosa Panacea colaboraba con su padre en la elaboración de los medicamentos para tratar a los enfermos, en especial haciendo uso de plantas. A pesar de su condición de «diosa menor», Panacea es una de las que se invocaban en el Juramento Hipocrático hasta que fue modificado en la convención de Ginebra (desde el siglo V a. C. hasta el año 1948). Es importante señalar que en dicho cambio se quitaron todas las referencias a los dioses griegos.
En la etimología del nombre Panacea, que deriva del griego Panákeia, encontramos los componentes pan, que se puede traducir como «todo», y akos, que significa «remedio».
En el lenguaje coloquial, la panacea es aquello que soluciona todo. Muchas veces se utiliza el concepto para exagerar sobre las bondades de algo. Por ejemplo: “¡Este teléfono es la panacea! Lo utilizo como agenda, alarma, computadora y TV”, “La contratación del entrenador uruguayo fue la panacea para el equipo: el director técnico acabó con los conflictos internos y logró que todos los jugadores rindieran al máximo de sus posibilidades”, “Muchos políticos nos quieren convencernos de que el recorte de los gastos estatales es la panacea, pero yo no creo que eso sea cierto: necesitamos un Estado fuerte para asistir a los sectores vulnerables, controlar a las empresas y proteger los derechos de los ciudadanos”.
También en el habla cotidiana se usa el concepto de «búsqueda de la panacea», que bien puede aparecer como una expresión. Del mismo modo que los alquimistas, todos los seres humanos tendemos a perseguir una vida harmoniosa, sin problemas y con el mayor número de comodidades posibles a nuestro alcance. Dado que vivimos inmersos en una serie de estructuras políticas y económicas, creemos que podemos hallar estas recetas absolutas en las medidas de gobierno, en los productos y en los servicios comerciales.