Definición de paludismo
En el latín es donde se encuentra el origen etimológico del término paludismo. Este se formó a partir de la suma de dos componentes de dicha lengua:
• “Paludis”, que puede traducirse como “cenagal”.
• El sufijo “-ismo”, que se suele utilizar para indicar “corriente o doctrina”.
Partiendo de esa unión fue como el médico francés Aristide Auguste Stanislas Verneuil llevó a cabo el acuñamiento del citado término.
El paludismo es una enfermedad provocada por un parásito que afecta al ser humano a través de las picaduras de ciertos mosquitos. Esta enfermedad, que también se conoce como malaria, produce fiebre, cefalea, tos, debilidad muscular, vómitos, problemas hepáticos y renales, alteraciones en el sistema nervioso central (SNC) y otros trastornos que pueden llevar a la muerte.
Heces con sangre, anemia, convulsiones o ictericia son otros de los síntomas que afectan también a la persona infectada de paludismo.
Hay que exponer además que, a partir de la picadura, lo que sucede es que la persona afectada ve cómo en su hígado se reproduce el parásito que causa esta patología. Y luego, acto seguido, hace lo propio en lo que son los glóbulos rojos.
Las cifras más pesimistas indican que cerca de dos millones de personas mueren cada año a causa del paludismo. La mayoría de los fallecimientos corresponde a niños que viven en el continente africano.
Distintas especies de un protozoo conocido como Plasmodium son las responsables de producir el paludismo. El vector que contagia al ser humano es la hembra del mosquito que pertenece al género Anopheles. Otras posibles formas de contagio, además de las picaduras de este insecto, son las transfusiones de sangre y la transmisión madre-hijo a través de la placenta.
Uno de los mecanismos más efectivos para reducir la propagación del paludismo, por lo tanto, consiste en combatir a este mosquito (a través de fumigaciones, la eliminación del agua estancada que constituye su hábitat de desarrollo, etc.). Existen, por otra parte, varias vacunas en desarrollo, ya que aún no se ha descubierto ninguna que sea completamente efectiva.
No obstante, además de todo eso desde la OMS y otras entidades sobre la salud coinciden en subrayar que es fundamental llevar a cabo una serie de acciones para evitar ser infectado por el paludismo. En este sentido, recomiendan acometer las siguientes medidas:
• Cuando se está al aire libre, hacer uso de pantalones largos y de camisas o camisetas de manga larga.
• Usar repelente de mosquitos en gran cantidad.
• De la misma manera, hay que emplear mosquiteras que estén impregnadas de repelente y que ofrezcan una larga durabilidad.
• En viviendas y espacios cerrados lo recomendable es fumigarlos con los insecticidas apropiados.
• Las personas que vayan a viajar a países donde el paludismo sea una enfermedad común es recomendable que se inyecten previamente las pertinentes vacunas.
Una vez diagnosticada la malaria, el médico indicará cuál es el tratamiento indicado para el paciente según la forma adquirida por la enfermedad. Es probable que el profesional ordene el suministro, ya sea oral o por vía intravenosa, de diversos fármacos, como la cloroquina o la quinidina.