Definición de organismo transgénico
El término organismo transgénico es algo complejo, por lo que para entenderlo se hace necesario, en primer lugar, que determinemos su origen etimológico. En este sentido, podemos decir que se encuentra compuesta por dos palabras que proceden de distintas lenguas:
• Organismo deriva del griego. En concreto, podemos decir que es la suma de dos componentes de esa lengua: “organon”, que puede traducirse como “instrumento”, y el sufijo “-ismo”, que es equivalente a “sistema” o a “actividad”.
• Transgénico, por su parte, es una palabra que fue inventada en la década de los años 80 por dos científicos de la emblemática Universidad de Yale. Se compone de tres partes de origen griego: “trans-“, que es sinónimo de “de un lado a otro”; “gen-“, que deriva de “genos”; y por último “-ico-“, que indica “relativo a”.
El concepto de organismo puede emplearse como sinónimo de ser vivo, ya que hace referencia al conjunto de sus órganos con sus respectivas interrelaciones. Transgénico, por su parte, es un adjetivo que señala aquello que fue alterado a partir de la inclusión de genes externos.
Un organismo transgénico, por lo tanto, es el que experimenta alguna modificación de sus características a través del agregado de genes correspondientes a otros organismos. Esto es posible gracias al trabajo que expertos en genética realizan en laboratorios.
Los genes modificados pueden convertirse en hereditarios, lo que hace que se transfieran de una generación a otra. Existen, de todos modos, excepciones, ya que hay cambios genéticos que derivan en la esterilización del organismo transgénico.
Hay que decir que, a pesar de que se empezó a hablar de organismos transgénicos en el siglo XX, ya en el XIX hubo algunos literatos que se adelantaron planteando esa posibilidad. Un claro ejemplo de esto es el escritor inglés Herbert George Wells, más conocido como H.G.Wells (1866 – 1946).
Esta pluma en el año 1896 publicó la novela de ciencia ficción “La isla del doctor Moreau”, en la que se venía a narrar cómo un científico estaba llevando a cabo un misterioso y extraño proyecto. En concreto, estaba procediendo a darle forma a seres vivos de lo más variopintos y singulares, ya que eran una mezcla entre seres humanos y animales como monos o cerdos.
Uno de los campos de investigación más fecundos en lo referente a los organismos transgénicos es la agricultura. Esta industria ha desarrollado plantas transgénicas que pueden resistir plagas y acciones químicas, y otras a las que se le añaden vitaminas de manera artificial. Los críticos, sin embargo, sostienen que estas prácticas alteran los ecosistemas y son riesgosas para los seres humanos y el resto de las especies.
En cuanto a los animales, se han desarrollado organismos transgénicos que posibilitan avances en el ámbito de la medicina (incluyendo genes del ser humano en roedores, por ejemplo, para buscar la cura de ciertas enfermedades). También se han desarrollado animales transgénicos que crecen con mayor rapidez, algo que resulta conveniente en la ganadería.
La ingeniería genética y el desarrollo de nuevos organismos transgénicos, en definitiva, están en pleno auge, mientras aún se mantiene el debate sobre sus posibles consecuencias.