Definición de orégano

Lo primero que vamos a hacer antes de entrar de lleno en el significado del término orégano es conocer su origen etimológico. En este caso, hay que establecer que deriva del latín, concretamente del sustantivo “origanum”, que, a su vez, emana del griego “oríganon” que puede traducirse como “alegría de las montañas”.

El orégano es una hierba aromática que se emplea como condimento en múltiples elaboraciones gastronómicas. Se trata de una planta que forma parte del grupo familiar de las labiadas y que puede alcanzar una altura de hasta unos sesenta centímetros.

De nombre científico Origanum vulgare, el orégano presenta hojas ovaladas de tamaño pequeño y flores dispuestas en espigas. Entre las propiedades medicinales que se le atribuyen, se considera al orégano como un vegetal antiséptico, antimicrobiano y antioxidante.

De la misma manera, existen otras propiedades muy importantes del orégano que lo convierten en un gran aliado de cualquier persona en pro de la salud:
-Se convierte en una estupenda alternativa para tomar en infusión y acabar con los gases que se puedan tener.
-Combate de forma contundente los síntomas de la gastritis.
-Se considera que puede ayudar a bajar cualquier inflamación. Por ese motivo, se convierte en una buena alternativa tomarlo para acabar con problemas tales como dolor de garganta o bronquitis así como contusiones.
-Además, no hay que pasar por alto que recurrir a su ingesta o al uso de productos cosméticos que lo contengan como ingredientes es útil para lograr que la piel se encuentre en un estado estupendo. Es más, la mantiene sana al tiempo que logra actuar de manera preventiva contra el envejecimiento.

La utilización culinaria de las hojas de orégano es frecuente en numerosos países. El orégano puede aprovecharse fresco, aunque es más habitual que se lo use seco. Por lo general, sus hojas secas se pican o trituran y se añaden a distintas preparaciones a modo de sazonador.

Muchos adobos y salsas llevan orégano. Es habitual que la pizza, por ejemplo, sea condimentada con orégano, ya sea a través de la salsa de tomate o incluso agregando la especia por encima del queso.

La combinación de queso y orégano, de hecho, es muy valorada. Al provolone a la sartén o a la parrilla se lo adereza con orégano, ají molido y pimienta. Las empanadas de queso también suelen incluir una pequeña cantidad de orégano.

El pollo al oreganato, en tanto, es otra receta popular que se realiza con orégano. Existen distintas formas de prepararlo: se puede cocinar la carne con una mezcla de caldo de ave, jugo de limón, vino blanco, ajo picado y orégano, por mencionar una posibilidad.

Por supuesto, no podemos pasar por alto una expresión que se usa en el lenguaje popular y que tiene al orégano como parte destacada. Nos estamos refiriendo a la que dice así: “No todo el monte es orégano”. Con ella lo que se intenta decir en relación a un asunto es que no todo es fácil sino que también hay complicaciones y contratiempos.

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