Definición de Open Office
Open Office es el nombre con el cual se suele denominar a Apache OpenOffice, un paquete de oficina. Se trata, por lo tanto, de un conjunto de programas informáticos que permiten desarrollar distintas tareas, como la creación, la edición y el almacenamiento de documentos que suelen usarse en el ámbito laboral.
Dado que su código fuente puede ser utilizado, modificado y redistribuido libremente, Open Office es un software libre. Además dispone de código abierto: se basa en la colaboración de los usuarios.
El paquete de Open Office consta de seis programas: Writer, Calc, Draw, Base, Impress y Math, las cuales están disponibles en más de un centenar de idiomas.
Writer es el procesador de textos de Open Office. Sus características son semejantes a las de Microsoft Word. Entre sus prestaciones, se incluye la posibilidad de realizar la exportación de archivos de texto a los formatos HTML y PDF.
La hoja de cálculo de Open Office se denomina Calc. Resulta similar a Microsoft Excel, aunque brinda opciones adicionales y también permite exportar documentos a PDF.
Draw, por su parte, es el editor de gráficos vectoriales de Open Office. Base, en tanto, es un programa de base de datos, mientras que Impress es un programa de presentaciones como Microsoft PowerPoint. Math, por último, es la aplicación de Open Office para crear y editar fórmulas matemáticas.
Cabe destacar que Open Office ya superó los 100 millones de descargas. El sistema ha sido adoptado por numerosos usuarios residenciales, pero también por empresas y por organizaciones y entidades públicas.
La primera ventaja de Open Office por sobre alternativas como Microsoft Office es innegable: no cuesta dinero. El hecho de poder descargar este paquete de aplicaciones sin necesidad de pagar por su uso es muy tentador para aquellas personas que no disponen del presupuesto necesario y se niegan a robar. Si bien la piratería está muy extendida en el mundo de la informática, muchos no están de acuerdo con esta práctica.
La compra de un ordenador suele repercutir fuertemente en el bolsillo, y no todos pueden complementarla con programas y otros dispositivos, sino que necesitan esperar un tiempo para recuperarse económicamente. Por eso, llegar a casa y tener la posibilidad de descargar Open Office y otros paquetes gratuitos es sin lugar a duda una buena noticia.
Claro que el dinero que invertimos en un programa comercial muchas veces repercute en su calidad, en su cantidad de prestaciones, en la presencia de un equipo de atención al cliente las 24 horas, en actualizaciones frecuentes y en una mayor compatibilidad con el resto de los productos del mercado. Si bien los gustos de cada persona son incuestionables, suele ocurrir que los programas de libre distribución y fuente abierta no estén al día, precisamente por falta de organización, presupuesto y dirección.
Otra de las desventajas de Open Office y las ofertas similares es que no siempre son fáciles de aprender para los veteranos de sus contrapartidas comerciales. Dado que Microsoft Office existe desde mucho tiempo antes, un gran porcentaje de los usuarios de PC dieron sus primeros pasos por el mundo de la ofimática a través de Word, Excel y PowerPoint, de manera que cuando se enfrentan a programas aparentemente equivalentes pero con tantas diferencias en su funcionamiento se confunden y se frustran con facilidad.
Algo similar ocurre con GIMP, una aplicación para editar imágenes que se presenta como una excelente alternativa gratuita a Photoshop. Si bien sus prestaciones son dignas de atención e incluso han innovado en ciertos aspectos que Photoshop adquirió más tarde, sus herramientas no resultan intuitivas para los usuarios de la competencia, y esta curva de aprendizaje suele ser crucial.