Definición de oligoelemento
Un oligoelemento es un elemento químico que, en cantidades muy acotadas, resulta imprescindible para el funcionamiento fisiológico. Esto quiere decir que el organismo que carece de oligoelementos, o aquel que presenta un nivel excesivo de los mismos, se encuentra en problemas.
El hierro, el cinc, el manganeso, el flúor, el níquel y el yodo son ejemplos de oligoelementos. La falta de hierro, por citar un caso, provoca anemia, mientras que el exceso de esta sustancia genera hemocromatosis.
Es importante saber que el ser humano no produce oligoelementos. Para incorporar las dosis que necesita, las personas deben tener una dieta equilibrada. Volviendo al hierro, se encuentra en la carne de diversos animales y en las lentejas: por eso, para no padecer anemia, es importante que la persona ingiera estos alimentos con una cierta frecuencia. De todos modos, un nutricionista debe ser quien indique cuál es la dieta adecuada en cada caso según las necesidades y las características individuales.
El cinc se asocia con el sistema inmune, aunque también participa del crecimiento, el correcto accionar de algunas hormonas, la creación de espermatozoides y la producción de insulina. El manganeso, por otra parte, se relaciona con las alergias: si bien no se ha definido por completo su forma de actuar, se sabe que puede ofrecer resultados muy positivos para tratar este problema. Además, debemos sumar sus beneficios en la reproducción y la salud de los huesos.
Con respecto al flúor, por otra parte, podemos decir que es especialmente necesario para la salud de los huesos y los dientes: colabora con el proceso mediante el cual se fija el calcio en los huesos, algo fundamental a lo largo del crecimiento, así como para la prevención o el retraso de la osteoporosis; cuida el esmalte de los dientes, lo cual repercute en la prevención de caries.
La formación de las células sanguíneas, los procesos que se involucran en el crecimiento del cuerpo y en su defensa se pueden potenciar gracias al suministro de níquel. Del yodo podemos señalar que es fundamental para que las glándulas tiroides funcionen correctamente, porque participa de la formación de sus hormonas, la T3 y la T4. Éstas, a su vez, se encargan de la regulación del metabolismo basal, y son fundamentales para la producción de energía.
Si los oligoelementos se hallan como sales minerales, permiten constituir estructuras. Si, en cambio, aparecen en forma elemental, participan en diversas reacciones bioquímicas. Un oligoelemento puede aceptar o ceder electrones en las reacciones redox; atraer ciertas moléculas o conferirles estabilidad; o favorecer la activación de hormonas, por mencionar algunas posibilidades.
Decíamos líneas arriba que la carencia de oligoelementos produce trastornos orgánicos. Una vez aparecido el inconveniente, se puede lograr la recuperación de la salud o interrumpir el desarrollo de la enfermedad complementando la alimentación con los oligoelementos en falta, siempre que no se hayan registrado daños irreparables.
En este marco podemos hablar de la oligoterapia, que aprovecha los oligoelementos para mejorar la salud de las personas y tratar ciertas enfermedades. La base de esta terapia es la afirmación de que un déficit de oligoelementos puede derivar en una alteración del metabolismo; por esta razón, persigue detectar el problema y brindarle al paciente los oligoelementos que necesita para normalizar los procesos que se hayan visto afectados.
Como otras terapias reguladoras, grupo al que pertenece, busca mantener en un estado normal el funcionamiento del organismo. Son muchas las enfermedades que se pueden tratar por medio de la oligoterapia, aunque antes de proceder, el especialista debe examinar las características físicas y psíquicas del paciente además de identificar el oligoelemento que no se presenta en la proporción correcta.