Definición de ojiva
Ojiva es un término con origen en ogive, un vocablo de la lengua francesa. El concepto permite nombrar a una figura geométrica compuesta por un par de arcos circulares idénticos, los cuales se intersecan en un extremo y exhiben una concavidad opuesta.
A partir de dicha figura, la noción se emplea para referirse a diversos objetos. Una ojiva, por lo tanto, puede ser la parte de un explosivo o de un proyectil que presenta esta forma. Las ojivas, que forman parte de diversos armamentos (como un torpedo o un misil), albergan sustancias explosivas que les permiten estallar cuando son arrojadas gracias a la acción de un detonador.
Los detonadores de las ojivas, por su parte, pueden tener diferentes características. Muchos se activan en el momento que la ojiva impacta contra su objetivo, aunque hay otros que funcionan con radares y algunos que detonan de acuerdo a un tiempo preestablecido.
Entendiendo la ojiva como un arma, podemos decir que se clasifica en varios tipos, según el material que se convierte en su explosivo:
• Biológica, que lo que hace es dispersar un agente infeccioso y que se fabrica con el claro objetivo de asesinar a personas.
• Explosiva. Provocar daños contundentes en cualquier zona es lo que, por su parte, se pretende conseguir con esta otra ojiva. A su vez se puede dividir en carga hueca, explosión, fragmentación…
• Química. Causar graves daños en humanos e incluso matarlos es el fin que tiene esta otra arma que, como su propio nombre indica, lo que hace es dispersar un gas de tipo tóxico.
De la misma manera, no podemos pasar por alto la existencia de lo que se conoce como ojiva nuclear. Esta es un arma de destrucción masiva, también llamada cabeza nuclear, que puede contener en su interior plutonio, hidrógeno o uranio.
Hay que decir que, debido a los grandes daños y muertes que podría provocar la utilización de aquella se encuentra totalmente prohibida su venta. No obstante, eso no impide que haya ciertos países que sí cuenten con ojivas nucleares que han fabricado con productos nacionales. Este sería el caso, por ejemplo, de Corea del Norte, Estados Unidos, Reino Unido o Francia, entre otros.
La idea de ojiva también aparece en el ámbito de la arquitectura. El arco ojival o arco apuntado es aquel que exhibe esta forma, con un ángulo en su dovela central. Su estructura comenzó a emplearse alrededor del siglo IX y se convirtió en un clásico del estilo gótico, alcanzando su mayor popularidad entre los siglos XIII y XV.
Hay que decir que fueron diversas las variantes que aparecieron de este tipo de arco. Así, por ejemplo, nos encontramos con el arco apuntado conopial, que se caracteriza por el hecho de contar con cuatro centros.
En el ámbito de la estadística, por último, se conoce como ojiva a la forma en que se distribuyen las frecuencias, lo que posibilita observar la ubicación de los diferentes valores de acuerdo a ciertos parámetros.
De acuerdo a la mayor o menor frecuencia en comparación a un dato específico, la ojiva puede tener pendiente positiva o pendiente negativa, tal como podrá verse en el gráfico en cuestión.