Definición de murciélago

El origen etimológico del término murciélago ha traído consigo diversas teorías y especulaciones. No obstante, una de las que se considera más acertada es la que establece que deriva del latín y que significa “ratón ciego”, ya que se creó a partir de la suma de las dos siguientes palabras:
• “Mus”, que es sinónimo de ratón.
• “Caecus”, que es equivalente a “ciego”. No obstante, también puede utilizarse como “tenebroso”.

Un murciélago es un animal mamífero que pertenece a la orden de los quirópteros. Estos seres de hábitos nocturnos son alados y cuentan con la particularidad de dormir cabeza abajo, tomándose con sus garras de las ramas de los árboles.

Se han reconocido más de mil especies de murciélagos. La amplia mayoría de ellas se alimenta de insectos, aunque algunas también pueden comer aves, roedores o ranas. Además, hay tres especies que forman el grupo de los murciélagos vampiros que se alimentan de la sangre que absorben de otros animales.

Muchas especies de murciélago apelan a la ecolocación para orientarse. Gracias a esta capacidad, el murciélago emite un sonido y luego interpreta los ecos que se producen cuando el sonido impacta contra las cosas que hay en el entorno.

La relación del ser humano con el murciélago siempre ha sido conflictiva. Debido a que estos animales sólo aparecen de noche (ya que de día duermen), se los ha asociado con lo tenebroso y se han convertido en símbolos del cine y la literatura de terror.

Tal es la relación que existe entre el murciélago y el cine o la literatura que aquel animal es muy habitual en las obras de terror. Así, por ejemplo, se identifica la figura del vampiro con la de aquel. Esa identificación es debido a que ambos viven en la oscuridad, a que son seres oscuros, a que son temidos y también a que se alimentan de sangre. Una última cualidad esta que es cumplida por una especie concreta de murciélagos que responde al nombre de “desmondontinae”, también conocido como murciélago vampiro.

No obstante, no podemos pasar por alto tampoco que existe otro personaje de ficción que, de igual modo, tiene una relación muy estrecha con ese animal, pero desde un punto de vista positivo. Se trata del superhéroe Batman, también llamado “hombre murciélago”, que vive en Gotham y que se esconde tras la identidad del millonario Bruce Wayne.

Esa figura de cómic y de cine, creada por Bill Finger y Bob Kane en la década de los años 30, tiene la particularidad de que se oculta tras un traje que se asemeja a la apariencia del citado animal.

A pesar de todo, hay que saber que los murciélagos, sin embargo, cumplen con un rol beneficioso para la ecología.

Los quirópteros ayudan a dispersar semillas y, por lo tanto, a regenerar superficies boscosas. También permiten controlar plagas y actúan en la polinización de las flores. En el apartado negativo, los murciélagos pueden transmitir diversas enfermedades, como la rabia y otras. Esta característica sumada a su imagen cultural negativa hace estos animales suelan ser víctimas de campañas de exterminio y que varias especies incluso estén en peligro de extinción.

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