Definición de mudo
El primer paso que vamos a dar en pro de conocer el significado del término mudo es descubrir su origen etimológico. En este caso, tenemos que establecer que se trata de una palabra que deriva del latín. Exactamente emana de “mutus” que, a su vez, procede del verbo “muttire”, que puede traducirse como “murmurar”.
La noción de mudo hace mención a quien no puede hablar. Este verbo (hablar), en tanto, alude a expresar palabras a través de la voz.
Partiendo de este significado expuesto no podemos pasar por alto que entre las palabras que pueden funcionar como sinónimos de mudo nos topamos con afónico, afásico e incluso sordomudo.
A la imposibilidad orgánica de hablar se la conoce como mudez. El individuo mudo padece algún tipo de problema físico en un órgano relacionado con la fonación, como la laringe, la lengua o las cuerdas vocales, por citar algunas posibilidades. En ciertas ocasiones, de todos modos, la mudez tiene orígenes psicológicos y resulta selectiva o temporal.
Supongamos que un niño es testigo de un episodio trágico que le provoca un trauma emocional. Ante esta situación, deja de hablar. Esto quiere decir que el pequeño se vuelve mudo, más allá de que cuente con las capacidades físicas necesarias para expresarse.
Cabe destacar que también se menciona como mudo a quien resulta muy callado, ya sea de modo temporal o de manera habitual. Aquel que habla poco o que, en una determinada situación, no articula palabra, se queda mudo.
Teniendo en cuenta este otro significado de mudo hay que subrayar que son sinónimos de él palabras tales como callado, silencioso, taciturno, reservado y sigiloso, por ejemplo. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con adjetivos como charlatán, hablador o incluso parlanchín.
Tomemos el caso de una entrevista televisiva en la cual un periodista está conversando con un candidato a presidente. El político asegura que es un hombre honesto y aprovecha la ocasión para desmentir con énfasis las acusaciones de corrupción que pesan sobre él. En medio de la charla, el reportero sorprende a su entrevistado mostrándole una grabación oculta donde se lo observa aceptando un soborno. Frente a esto, el sujeto no puede evitar quedarse mudo: la conmoción por verse expuesto le impide esgrimir cualquier tipo de defensa.
Por supuesto, no podemos olvidarnos de la existencia de lo que se dio en llamar cine mudo. Este recibía ese nombre porque se componía de películas donde no había diálogos que pudieran escucharse por el espectador. Básicamente eran imágenes.
Ese tipo de cine estuvo en vigencia desde 1895 y hasta 1929 y en él consiguieron un gran éxito actores de la talla de Charles Chaplin, Buster Keaton, Harry Lagdon, El Gordo y el Flaco, Harold Lloyd, Charley Bowers…
En cuanto a los filmes más importantes que tuvieron lugar dentro de ese llamado cine mudo podemos destacar algunos tales como “Metrópolis” (1927) de Fritz Lang, “Nosferatu” (1922) de F.W. Murnau, “El gabinete del doctor Caligari” (1920) de Robert Wise o “El acorazado Potemkin” (1925) de Sergei M. Einsenstein.
Una letra muda, por último, no tiene sonido. Eso ocurre con la letra H en nuestro idioma.