Definición de motivo
La etimología de motivo nos lleva al vocablo del latín tardío motīvus, que alude a aquello vinculado al movimiento. Por eso, la primera acepción del término que menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario se refiere a lo que tiene la facultad de mover.
El uso más habitual del concepto se vincula al origen, la raíz o la razón de algo. Un motivo, en este marco, es lo que provoca una acción. Por ejemplo: “El motivo de la renuncia del entrenador fue su pelea con el presidente del club”, “No hay motivos para que estés enojada”, “Por varios motivos, elegí comprarme una bicicleta en lugar de una moto”.
Supongamos que el dueño de una empresa observa cómo un empleado roba dinero de una oficina. Ante esta situación, lo despide de manera inmediata, además de denunciarlo ante la policía. Puede decirse que el motivo del despido es el delito que el trabajador cometió.
Tomemos el caso de un automovilista que sufre un infarto de miocardio mientras conduce y termina chocando contra un árbol. El motivo del choque, por lo tanto, es el repentino problema de salud del conductor. Además pueden indagarse los motivos que llevaron a que este individuo padezca un infarto.
Esto nos demuestra que los motivos pueden «anidarse», por decirlo de alguna manera, y convertirse en una cadena imposible de romper que nos lleva al suceso que dio comienzo indirectamente a la situación actual. Por ejemplo, el motivo de que el conductor haya sufrido un infarto de miocardio puede ser una mala alimentación, con un exceso de grasas saturadas que se hayan acumulado en las paredes de sus arterias coronarias, dificultando el suministro de sangre al corazón.
Del mismo modo, si continuamos investigando para dar con el motivo de que este hombre se haya alimentado tan mal, quizás descubramos que no tenía tiempo para dedicarse a la cocina, y por eso comía productos de baja calidad que compraba preparados. También podría existir un motivo para esto, como ser que se hubiera visto obligado a trabajar doble turno por falta de dinero, y así sucesivamente.
En el terreno del arte, se habla de motivo para aludir al tema o la característica principal de una obra. Un motivo literario, siguiendo en esta linea, es una idea o un elemento que aparece una y otra vez a lo largo de una trama o incluso en diferentes piezas. El amor platónico puede ser el motivo de una novela, por mencionar una posibilidad; también puede serlo que una madre le pida a una divinidad que proteja a sus hijos, sin importar de qué divinidad se trate en cada historia.
El motivo puede estar formado por varios símbolos que se relacionan con dicho elemento que se repite. Cabe mencionar que muchas obras pueden apoyarse en el mismo motivo y ser completamente diferentes. También es cierto que a lo largo de la historia de la literatura los motivos han evolucionado; por esta razón, a veces basta con estudiar sus características en un libro dado para estimar la época en la que fue escrito.
La palabra motivo también es una conjugación del verbo motivar; específicamente, corresponde a la primera persona del tiempo presente del modo indicativo («yo motivo»). El diccionario define esta acción como «dar a alguien una causa para que haga o sienta algo», «estimular a una persona o avivar su interés» o «influir en otro individuo para que actúe de una forma determinada».
En este caso, podemos encontrar el término en oraciones como la siguiente: «Siempre que puedo, motivo a mis alumnos para que lean mucho, más allá de los libros indicados por la escuela».