Definición de mortalidad infantil
Lo primero que vamos a hacer antes de entrar de lleno en el significado del término mortalidad infantil es descubrir el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
-Mortalidad, en primer lugar, deriva del latín, concretamente de “mortalitas”, que puede traducirse como “mortalidad”.
-Infantil, en segundo lugar, también procede del latín. En su caso de “infantilis”, que significa “relativo a los bebés” y que es el resultado de la suma de los siguientes componentes léxicos: el prefijo “in-”, que se usa para indicar “negación”; el verbo “fari”, que es equivalente a “hablar”; el componente “-nt-”, que se emplea para indicar “agente”, y finalmente el sufijo “-il”, que viene a indicar “debilidad” o “rasgo”.
La noción de mortalidad suele usarse con referencia a la cantidad de fallecimientos que se producen en una región durante un periodo determinado, ya sea por una causa específica o en general.
Infantil, en tanto, es un adjetivo que menciona a aquello vinculado a la infancia (la primera etapa de la vida, que va del nacimiento a la pubertad).
Con estas ideas en claro, resulta sencillo comprender el concepto de mortalidad infantil. Así se denomina al indicador que expresa la cifra de muertes de niños de hasta 1 año de edad cada 1.000 nacimientos vivos.
La mortalidad infantil se calcula hasta el primer año de vida ya que se considera que ese periodo es el más crítico para la subsistencia de las personas. Una vez superada esa época, las posibilidades de supervivencia crecen de manera exponencial.
Entre los países que se considera que tienen una mayor tasa de mortalidad infantil en estos momentos se encuentran India, República Democrática del Congo, Nigeria, China e incluso Etiopía.
Es importante destacar que la mortalidad infantil se vincula con los servicios gratuitos de sanidad y con el nivel de pobreza. Cuando la calidad de los servicios sanitarios es deficiente y/o cuando la pobreza es muy marcada, se registra una mayor tasa de mortalidad infantil.
Asimismo, entre las enfermedades más habituales que provocan la muerte de niños se encuentran algunas tales como la neumonía, la malaria, la diarrea o lo que son infecciones contraídas antes del parto o durante el mismo.
Cabe resaltar que si el fallecimiento se produce antes del nacimiento, puede hablarse de aborto (hasta la semana 20 del embarazo) o de muerte fetal (entre la semana 20 y la 28 aproximadamente). En la mortalidad perinatal, por su parte, se registran casos de muertes producidas entre las 28 semanas de embarazo y la primera semana de vida. También en ocasiones se alude a la mortalidad neonatal si el deceso se da entre el nacimiento y los 28 días.
Entre las medidas que se considera que podrían reducir las tasas de mortalidad infantil se hallan la existencia de agua potable en todo el mundo, una mejora de lo que es la alimentación de los niños, unas mayores y mejores condiciones de salubridad e incluso medidas sanitarias para acabar o reducir casos de malaria y de las demás enfermedades citadas.