Definición de monema

En el griego es donde podemos establecer que se encuentra el origen etimológico del término monema. En concreto, hay que indicar que es el resultado de la suma de dos componentes léxicos de dicha lengua:
-El adjetivo “monos”, que puede traducirse como “único” o incluso como “solitario”.
-El sufijo instrumental “-ma”.

Un monema es la unidad mínima que puede aislarse a nivel morfológico en un análisis gramatical. Se trata, de acuerdo al estructuralismo, de la unidad más pequeña de significación y forma.

Las palabras pueden ser divididas en elementos menores que disponen de un significado y de un significante. Dichos fragmentos son los monemas, la primera articulación de todo signo lingüístico.

Ejemplos de monemas pueden ser los siguientes:
-La palabra “mar” es un único monema.
-El sustantivo “niño”, se compone de dos monemas: “niñ-” y “-o”.
-La palabra “perros”, por su parte, se compone de tres monemas: “perr-”, “o” y “s”.

Existen diferentes clases de monemas. Los lexemas son aquellos que brindan el significado esencial de la palabra, funcionando como su raíz. Los morfemas, en tanto, son los monemas que permiten vincular a los lexemas entre sí y agregar matices a la significación fundamental.

Los morfemas, a su vez, pueden ser independientes (no necesitan estar vinculados a un lexema) o dependientes (tienen que estar unidos a un lexema y pueden ser derivativos o gramaticales).

Los monemas dependientes podemos establecer que, a su vez, se dividen en dos: flexivos, que vienen a indicar tanto el género como el número, el tiempo, la persona o el modo; y los derivativos. Estos últimos se utilizan para crear palabras nuevas y de la misma manera se dividen en dos: los prefijos, que van antes de lo que es el lexema, y los sufijos, que son los que van después del lexema.

Los flexivos, a su vez, tienen la particularidad de que también se pueden dividir en dos:
-Las desinencias nominales, que se usan para venir a indicar tanto el número como el género.
-Las desinencias verbales, que son las que sirven para darle forma al tiempo, al aspecto, al modo, a la persona o al número.

Los independientes, como su propio nombre ya nos viene a indicar, son aquellos que forman palabras por sí mismos.

Según los tipos de monemas que presentan, por otra parte, los términos pueden ser simples (tienen un único monema independiente), compuestos (cuentan con, al menos, dos lexemas) o derivados (disponen de un lexema que aparece junto a un morfema derivativo).

Veamos el caso de “pelota”. Esta palabra se forma con dos monemas: el lexema “pelot” y el morfema “a”. Ese mismo lexema (“pelot”) puede asociarse a otros monemas para construir más vocablos (“pelotazo”, “pelotero”, etc.).

El monema “guerr”, en tanto, es un lexema que puede unirse a morfemas como “a”, “ero” o “illa” para el desarrollo de palabras como “guerra”, “guerrero” y “guerrilla”. Como se puede advertir, en todos los términos es posible reconocer uno o más monemas, que son sus unidades mínimas constituyentes.

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