Definición de minorista
Minorista es un adjetivo que se utiliza en el ámbito del comercio para nombrar a la actividad que se realiza al por menor. Por extensión, el término también se emplea como sustantivo, en referencia a quien comercializa bajo esta modalidad.
Por ejemplo: “La venta minorista de ropa ha crecido un 26% en el último año”, “Mi padre tiene un negocio minorista de artículos de limpieza”, “Dicen que la cadena minorista española se instalará en el país durante el próximo semestre”.
La venta o distribución al por menor (es decir, minorista) es la que se desarrolla de una empresa comercial al consumidor final. En la cadena de distribución, por lo tanto, es el último eslabón ya que el producto llega a su destino.
Hay que decir que existen muchas modalidades de minoristas, no obstante, hay que destacar el papel de los comercios minoristas. Nos estamos refiriendo a esas tiendas de barrio que se convierten en nuestra tabla de salvación en muchos momentos y que se quejan, cada vez más, del grave daño que les están causando las grandes superficies y cadenas, con las que se ven imposibilitadas para competir.
No obstante, tenemos que subrayar que el minorista presenta una serie de ventajas frente a esos y otros competidores que tiene en el mercado:
• Ofrece un trato más cercano y personal al cliente.
• Se centra en la atención al cliente, ya que, entre otras cosas, este se convertirá en su mejor reclamo publicitario. El hecho de que “de boca en boca” vaya circulando que cuenta con buenos artículos o precios son los que harán que aumenten sus beneficios.
• No hay que olvidar tampoco que el hecho de que el minorista se encuentre especializado en un sector muy concreto, permite que en él al cliente le sea más fácil hallar tanto asesoramiento profesional como productos que no ofrecen grandes superficies.
• Asimismo no hay que pasar por alto que el comercio minorista se identifica además porque es más fácil de controlar y gestionar o porque en él pocas son las personas que tienen que tomar decisiones.
Consideremos el caso del tomate. En el primer lugar, hay un productor agropecuario que se encarga de cultivar el tomate. El producto es enviado desde el campo hacia algún centro de acopio, como un mercado central. Una verdulería de barrio compra el tomate al por mayor y luego lo vende al por menor al consumidor final. La verdulería, por lo tanto, es el vendedor minorista.
La ganancia para el minorista se encuentra en la diferencia de precio entre el producto comprado al por mayor y después vendido al por menor. En el caso anterior, la verdulería puede comprar 100 kilogramos de tomate por 400 pesos, lo que supone pagar 4 pesos el kilo. Al vender al por menor en su local, ofrece el tomate a 4,5 pesos el kilo. Por lo tanto, vendiendo los 100 kilos de tomate, la verdulería habrá ganado 50 pesos.
De la misma manera, no podemos olvidar tampoco que minorista es un término que se utiliza dentro del ámbito de la Iglesia. En concreto, se emplea para referirse a aquel religioso que sólo posee lo que son las órdenes menores.