Definición de meteorización
La meteorización es un proceso que se produce cuando los minerales y las rocas, al estar en contacto con la biósfera, la hidrósfera o la atmósfera, se degradan o se fragmentan. Esta meteorización puede ser física o química y llevarse a cabo de manera total o parcial.
En el caso de la meteorización física, la roca se va rompiendo o desintegrando sin experimentar cambios en su estructura química. El calor, la sal y el agua, por ejemplo, son algunas de las condiciones del ambiente que pueden hacer que se desarrollen estas variaciones.
La meteorización química, en tanto, provoca una transformación que altera la composición de la roca. El dióxido de carbono, el vapor de agua y el oxígeno, de distintas maneras, propician estas modificaciones químicas.
Algunos científicos aluden además a la meteorización orgánica o meteorización biológica. Esta situación se origina si hay vegetales o animales que generan que la roca se rompa y que se desencadenen diversos cambios. El crecimiento de las raíces de un árbol y las especies que construyen madrigueras causan esta clase de meteorización.
Es importante saber que los distintos tipos de meteorización suelen combinarse. Así, las altas temperaturas pueden producir fisuras en las rocas (meteorización física), en las cuales se introducen raíces que ejercen presión (meteorización biológica). La presencia de fragmentos, por otro lado, favorece la hidrólisis y nuevas roturas (meteorización química).
Cabe destacar que las consecuencias de la meteorización son numerosas. La formación de los suelos y de los relieves de la Tierra está estrechamente asociada a este fenómeno. La creación de nuevas rocas, asimismo, se vincula a la meteorización.
Volviendo al concepto de meteorización física, podemos agregar que son varios los agentes que pueden provocarla. Entre ellos destacan los siguientes:
* descompresión: cuando la presión litostática decrece, las rocas que se encuentren en las profundidades comienzan a expandirse y agrietarse. Estos cambios que sufren en su estructura da lugar al surgimiento de diaclasas subhorizontales, fracturas que no conllevan un desplazamiento de la roca. En el caso de las rocas de tipo homogéneo y compacto, esto deriva en la aparición de losas horizontales de gran tamaño;
* termoclastia: es el nombre que recibe la fisura que se aprecia en las rocas que afloran, y se produce a causa del choque entre las temperaturas inferior y exterior, en particular las del día y la noche. A lo largo de las horas de sol, la roca se calienta y, en consecuencia, se dilata, pero el frío de la noche la enfría y la contrae. Luego de un tiempo de atravesar estos procesos opuestos, se rompe;
* gelifracción: así se denomina la rotura que provoca la presión del hielo sobre la roca. Cuando el agua se congela, aumenta un 9 por ciento su volumen; si está dentro de la roca, la presión que ejerce puede fragmentarla. En los climas donde reina la humedad y el deshielo es muy común, esta clase de meteorización es muy importante;
* haloclastia: en este caso, es la sal la que produce la rotura. Todo comienza cuando queda incrustada en las fisuras y los poros de las rocas. Más adelante, cuando se recristaliza, dado que su volumen aumenta tiene lugar un fenómeno similar a la gelifracción.
Con respecto a la termoclastia, podemos agregar que a partir de este proceso surge en las rocas graníticas un tipo común de meteorización mecánica denominado exfoliación en bolas. Cuando la radiación del sol penetra la roca de manera superficial, calienta tan sólo unos pocos centímetros de su capa externa, la cual comienza a separarse del núcleo tras su enfriamiento. Se suele comparar este fenómeno con el de una cebolla cuyas capas se van cayendo una a una.