Definición de mesías
La noción de mesías procede de un vocablo hebreo y es muy frecuente en la religión. Escrito con mayúscula inicial (Mesías), permite hacer referencia al Hijo de Dios, descendiente de David, cuyo advenimiento al mundo fue prometido por los profetas al pueblo judío.
El Mesías, por lo tanto, es el Ungido, un hombre con el espíritu de Dios. El concepto también se usa para nombrar a un ser enviado por el propio Dios que trae paz al mundo y que busca restaurar el Reino de Dios en la Tierra.
La existencia de un mesías aparece en diferentes religiones. Para los judíos, la llegada del Mesías es anticipada como una revelación de Dios hecha a través de la Torá. Los cristianos entienden que el Mesías vendrá como rey, restaurador y siervo de Dios, y creen que Cristo es el Mesías.
Para el judaísmo
Fue a través de la revelación de Dios que se fundamentó la creencia en el Mesías para los judíos. Un gran número de profecías mesiánicas aparecen registradas en el Génesis, gracias a las cuales sería posible distinguirlo del resto de los hombres una vez que llegara a la Tierra. Cabe mencionar que para el judaísmo la doctrina del Mesías no ocupa un puesto central, como sí ocurre con el cristianismo, pero esto no significa que no sea significativa en ciertos momentos de su historia.
A partir del año 607 a.C., el pueblo judío se vio obligado a partir desde Israel y Judea con destino a la capital del imperio de Nabucodonosor II, durante un período que se conoce con el nombre de Cautividad o Cautiverio de Babilonia, el cual finalizó cuando los persas conquistaron Babilonia en el año 537 a.C. A lo largo de esta dura etapa, la figura del Mesías cobró una especial importancia, ya que representaba la figura del salvador.
El teólogo judío Maimónides, que vivió en la Edad Media, legó en sus escritos un material indispensable para comprender el concepto de Mesías según la visión del pueblo judío, y fue uno de los estudiosos que más se interesó en este tema. Aseguraba creer firmemente en la llegada del Mesías y prometía esperarlo sin importar cuánto tardase.
Para el cristianismo
En la Biblia, la figura del Mesías se muestra desde perspectivas muy diferentes entre sí, ya que a lo largo de sus páginas lo vemos en roles tan antagónicos como rey absoluto y siervo, lo cual influyó profundamente en la percepción que los cristianos tienen de él.
Una diferencia sustancial entre la concepción que tienen del Mesías el judaísmo y el cristianismo reside en que el judaísmo, a través de la Torá, promete su venida a la Tierra para salvar a todos los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, de las doce tribus de Israel, mientras que el cristianismo entiende la promesa como un regalo a la humanidad entera, como una garantía de redención para todos los hombres.
En el lenguaje popular
Más allá del ámbito preciso de la religión, se considera como mesías a la persona (real o imaginaria) en la cual la gente deposita una confianza desmedida para lograr un objetivo o solucionar un problema. Quien efectivamente consigue un objetivo muy importante e impensado también suele recibir el calificativo de mesías. Por ejemplo: “Diego Maradona fue el mesías de Argentina en México ‘86”, “Tenemos que entender que el nuevo ministro de Economía no será un mesías que nos sacará de la crisis con magia”, “En este equipo no hay ningún mesías, sino que somos una veintena de compañeros que trabajan con un mismo fin”, “Michael Jordan se vistió de mesías para darle un nuevo título a Chicago Bulls”.