Definición de materia orgánica
Dicen aquellos que se encargan de analizar las propiedades y características de la materia que la de tipo orgánico se forma a partir de residuos de procedencia animal o vegetal. Se trata de sustancias que suelen distribuirse por el suelo y que ayudan a su fertilidad. De hecho, para que un suelo sea apto para la producción agropecuaria, debe contar con un buen nivel de materia orgánica; de lo contrario, las plantas no podrían crecer.
Diversos microorganismos son los encargados de descomponer la materia orgánica bruta y de convertirla en humus. Un suelo con presencia de humus no pierde nutrientes, posee una elevada capacidad de retención de agua y contribuye a mejorar las condiciones biológicas, químicas y físicas.
Resulta interesante mencionar que la materia orgánica es uno de los componentes más abundantes de los residuos domiciliarios. Los restos de comida, las cáscaras de frutas, las hojas que se recogen del jardín y los pañales sucios, por ejemplo, están compuestos por materia orgánica.
Una forma de aprovechar estos residuos es reservar la materia orgánica para fertilizar las plantas del hogar. Claro que, para tal fin, es fundamental que no exista ningún tipo de contaminación.
Los compuestos orgánicos (también conocidos como moléculas orgánicas) son, por otra parte, conjuntos formados por una serie de sustancias químicas donde se advierte la presencia de carbono y, en algunos casos, oxígeno, nitrógeno y fósforo, por citar algunos de los elementos posibles.
Estos compuestos orgánicos pueden dividirse en dos grandes tipos: moléculas orgánicas naturales (donde son los seres vivos los encargados de llevar a cabo el proceso de síntesis) y de carácter artificial (donde se agrupan aquellas sustancias que han sido fabricadas por el hombre, como el plástico).
Por lo general, la diferencia entre los compuestos de tipo orgánico y los inorgánicos está dada por la presencia de carbono con enlaces de hidrógeno en el primer grupo.
Granjas ecológicas y reciclaje de materia orgánica
El auge de las granjas ecológicas, en los últimos años, ha ayudado a la divulgación de la importancia de reciclar la materia orgánica y aprovecharla en los cultivos. En la mayoría de los establecimientos donde se producen alimentos en un clima de respeto con el medio ambiente, se utilizan los restos de desechos de seres vivos para elaborar abono, que más tarde servirá para reforzar las características de la tierra.
Es necesario tener presente, que este tipo de aprovechamiento no sólo puede darse en grandes establecimientos, sino también en los domicilios particulares. Los pasos a seguir para manipular los residuos provenientes de materia orgánica son:
1) Acumular los restos de productos derivados de seres vivos en un espacio limpio de otras impurezas como plásticos, vidrios o materia inorgánica de cualquier tipo. Es importante que no se mezclen restos de comida con grasa o aceite y restos de carne, porque tardan mucho en descomponerse;
2) Destinar un cubo con tapa, que tenga una capacidad mínima de 1m3, y colocarlo en una zona del jardín donde le dé sol y sombra durante todo el día;
3) Colocar una capa de tierra o aserrín de unos 6cms en el fondo del cubo;
4) Diseminar los desechos orgánicos, cubrirlos con una capa de tierra y regarlos un poco (es necesario que siempre se mantenga la humedad). Luego, espolvorear el interior con cal para prevenir los malos olores y tapar el cubo nuevamente;
5) Cada vez que se vuelquen nuevos desechos debe revolverse el interior con una varilla, de modo que todos los materiales se ventilen.
Al cabo de un tiempo, a partir del mes aproximadamente, ya no se podrán distinguir de forma individual los residuos, salvo aquéllos que se hayan depositado recientemente. El resultado es lo conocido por el nombre de composta y se considera un abono sumamente rico para la tierra; con una gran variedad de microorganismos que se encargan de sintetizar enzimas, vitaminas y hormonas y que colaboran notablemente con el equilibrio biótico de la tierra.
Si la mayoría de las personas hiciéramos composta con la materia orgánica proveniente de nuestra basura, se podría disminuir considerablemente la contaminación, ya que los restos orgánicos depositados en los basurales, al calentarse con el sol, eliminan gas metano (CO2), uno de los componentes más nocivos para el calentamiento global.