Definición de masoterapia

Masoterapia es una noción derivada del francés massothérapie. Palabra esta que, a su vez, emana del griego. En concreto, podemos establecer que es el resultado de la suma de varios componentes léxicos de dicha lengua:
-El sustantivo “maza”, que puede traducirse como “masa”.
-El verbo “therapeuein”, que es sinónimo tanto de “cuidar” como de “aliviar”.
-El sufijo “-ia”, que se usa para indicar “cualidad”.

Así se denomina al uso del masaje con una finalidad terapéutica.

Para entender el concepto de masoterapia, por lo tanto, hay que centrarse primero en los masajes. Un masaje consiste en golpear, frotar, apretar y/o presionar ciertas zonas del cuerpo con la intensidad y el ritmo apropiados. Por lo general, los masajes se realizan sobre los músculos.

La masoterapia implica aprovechar los beneficios de los masajes con un objetivo terapéutico, empleándose estas técnicas en el tratamiento de ciertas lesiones y enfermedades. Por eso es posible enmarcar la masoterapia en la fisioterapia.

Combinando diversas maniobras que se aplican de forma metódica, la masoterapia puede tener un fin preventivo o directamente terapéutico. Los masajes sobre los tejidos musculares ayudan a incrementar el bienestar del individuo.

Además de las ya indicadas, tenemos que establecer que someterse a la masoterapia trae consigo poder disfrutar de ventajas tales como las siguientes:
-Ayuda a reducir los dolores que se tengan como consecuencias de algún tipo de lesión.
-Mejora de forma considerable lo que es la circulación sanguínea.
-Se convierte en una herramienta estupenda para lograr la relajación.
-Ayuda a fortalecer los músculos de todo el cuerpo.
-De la misma manera, se considera que la masoterapia es de gran utilidad a la hora de estimular lo que son los órganos del aparato digestivo.
-Asimismo, hay que tener en cuenta que sirve para mejorar lo que es la movilidad de las articulaciones.
-Alivia lo que son los síntomas iniciales de la depresión.
-Ayuda a reducir de forma considerable lo que es el estrés.
-Mejora la elasticidad de la piel.

Asimismo, también se considera que es una estupenda alternativa para aliviar las contracturas musculares, para reducir la percepción del dolor en pacientes con graves patologías, para fortalecer lo que es el sistema inmune e incluso para aliviar lo que son los dolores lumbares crónicos.

Existen diferentes tipos de masajes que se desarrollan en el contexto de la masoterapia. Los masajes descontracturantes, como su nombre lo sugiere, permiten minimizar los efectos de una contractura muscular. Los masajes circulatorios, en tanto, apuntan a eliminar toxinas mediante la activación del flujo sanguíneo. Un masaje sedativo, por otro lado, busca favorecer la relajación y contribuir a la armonía psicofísica del paciente.

Es importante tener en cuenta que la masoterapia debe ser desarrollada por un especialista. Una persona sin conocimientos técnicos puede provocar diversos daños al hacer un masaje: por eso es necesario que sea un profesional con estudios quien lleve a cabo esta clase de procedimientos.

La capacitación en masoterapia suele realizarse a través de cursos. Existen asociaciones, organizaciones e institutos orientados a formar masajistas.

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