Definición de manto
La Real Academia Española (RAE) reconoce casi una veintena de acepciones del término manto en su diccionario. Procedente del vocablo latino mantum, el concepto puede emplearse para aludir a una mantilla de gran tamaño.
Un manto, en este marco, es una prenda de abrigo que carece de mangas. En el contexto de la religión, se llama manto a la vestidura que cubre a la Virgen María y a la capa que ciertos eclesiásticos llevan sobre su túnica.
El manto, por otro lado, es la prenda que usaban caballeros de órdenes militares y príncipes, la cual se ataba sobre los hombros y cubría el cuerpo hasta llegar al suelo. El manto capitular, el manto caballeroso y el manto de humo forman parte de esta clase de artículos.
Manto también es el estrato que cubre una superficie o la capa que envuelve algo. El manto terrestre, por ejemplo, es la capa sólida que se halla entre el núcleo central del planeta Tierra y la corteza terrestre.
En otros cuerpos planetarios de tipo rocoso también podemos encontrar un manto: tanto Venus com Mercurio, Marte, la Luna, el asteroide Vesta y dos satélites de Júpiter lo tienen. El requisito para que tenga lugar la formación de un manto es que el cuerpo planetario haya atravesado la diferenciación planetaria, un proceso mediante el cual se separa y diferencia como consecuencia de su evolución a nivel físico y químico.
Con silicatos como componente principal, el manto terrestre cuenta con una parte sólida y elástica (el manto interno) y con otra fluida (el manto externo). Se desarrolla entre los 33 kilómetros y los 2900 kilómetros de profundidad aproximadamente.
El proceso de diferenciación del manto terrestre comenzó hace aproximadamente 3800 millones de años, momento en el cual los componentes de la Tierra se segregaron de forma gravimétrica y esto causó la estratificación. Por aquel entonces, la Tierra era un protoplaneta: cuerpo extremadamente pequeño, como si fuera un «embrión» del que será en el futuro; su tamaño se asemeja al de la Luna.
La presión que se puede apreciar en la base del manto se aproxima a los 140 pascales, una unidad perteneciente al Sistema Internacional que equivale a la diezmilésima parte de una atmósfera. El manto interno es elástico y sólido, mientras que el externo es viscoso y fluido.
La principal diferencia entre el manto y la corteza de la Tierra se da en sus rasgos químicos y en su comportamiento mecánico. Esto provoca que exista una definida alteración súbita (algo que también se conoce como discontinuidad) en las propiedades de sus materiales. Esta es la denominada discontinuidad de Mohorovičić, nombre que recibió en honor al científico que la descubrió, Andrija Mohorovičić.
Por muchos años los científicos creían que la discontinuidad de Mohorovičić era la línea que dividía la estructura plástica del manto de la rígida de la corteza, es decir, donde ocurría el movimiento entre las placas de la astenosfera plástica y la litosfera rígida.
Pero el tiempo fue cambiando la perspectiva, ya que las investigaciones más recientes han probado que se encuentra en una posición considerablemente más baja, en el manto superior, aproximadamente a 70 kilómetros por debajo de la corteza oceánica y a 150 de la continental. El manto que hay debajo de la corteza se compone de materiales fríos aunque la discontinuidad lo separe de la corteza.
En el lenguaje coloquial, por último, se denomina manto a aquello que esconde, protege o reviste algo en sentido simbólico: “Bajo un manto de sospechas, mañana se anunciará al ganador del premio literario”, “Durante años la secta se movió en un manto de silencio, pero poco a poco sus víctimas están comenzando a hablar”, “El equipo volvió a mostrarse confundido bajo un manto de dudas”.