Definición de levigación
Levigación es el acto y el resultado de levigar. Este verbo, cuya raíz etimológica se halla en el vocablo latino levigāre (traducible como “pulverizar”), alude a disolver una materia hecha polvo en agua con el objetivo de lograr la separación de sus partes según el grosor.
Con la levigación, las partículas más gruesas se alojan en el fondo del envase, quedando separadas de aquellas más tenues. Se trata de una técnica que se emplea en diferentes ámbitos industriales.
Para el desarrollo de la levigación, lo primero que se debe hacer es transformar una materia insoluble en polvo. Ese polvo debe quedar mojado con agua o con otro agente levigante. Luego, por lo general con ayuda de un molino, la incorporación de más agua y el paso del material a través de diferentes tanques o recipientes, se favorece la separación, aunque el proceso también puede llevarse a cabo de manera más simple.
La levigación resulta similar a la sedimentación. En el caso de la sedimentación, de todos modos, no se recurre a la pulverización del material húmedo, sino que solo se genera una agitación en agua.
En la minería, por ejemplo, se suele usar la levigación para separar los minerales de las gangas (los residuos que se descartan). Para esto el mineral en bruto es pulverizado, se le añade un líquido y se lo somete a una corriente de agua. La ganga, al tener menor densidad, es arrastrada, mientras que el mineral se deposita en el fondo ya que es más denso.