Definición de invasión
Del latín invasio, invasión es la acción y efecto de invadir. Se trata de interrumpir, entrar por la fuerza u ocupar irregularmente un lugar. También se refiere a aquello que entra y se propaga en un lugar o medio, al ingreso injustificado en funciones ajenas o, dicho de un sentimiento, a apoderarse de alguien.
El ingreso de las fuerzas armadas de una nación a un territorio ajeno se conoce como invasión y suele tener como objetivo la conquista de dicho territorio o el derrocamiento de un gobierno.
Una invasión implica el desplazamiento de numerosas fuerzas para controlar un territorio. Para esto, se desarrollan diversos tipos de tácticas que son diseñadas por los mandos del ejército. Quien es invadido, puede utilizar distintos métodos de defensa, como la construcción de muros o el aprovechamiento de accidentes geográficos naturales.
La invasión militar es considerada como una agresión que viola los principios de las leyes internacionales. Se trata, en este sentido, de un crimen de guerra.
Los motivos de una invasión pueden ser diversos: el saqueo de recursos, la recuperación de un territorio que se perdió en el pasado, la persecución de enemigos, la protección de aliados, la defensa ante un posible ataque futuro o un castigo hacia un cierto gobierno son algunos de ellos.
En la actualidad, el concepto de invasión se asocia al de intervención, una especie de eufemismo utilizado por las potencias modernas para ingresar a un país en pos de un beneficio para sus habitantes o para la sociedad internacional en general.
En el plano social, invadir la intimidad de otra persona es una expresión que puede tener varios significados. Por un lado, puede tratarse de espiar a alguien, y esto a su vez puede darse en diferentes situaciones y con diversos grados de malicia; algunos ejemplos de esta conducta irrespetuosa son seguir a un individuo por la calle, observarlo desde fuera de su domicilio o en baños públicos, tales como los de un club deportivo. Si a esto se le suma el hecho de grabarlo en vídeo y esparcirlo en Internet, no sólo la gravedad del delito es mayor, sino que también lo son las consecuencias para la víctima.
A finales del año 2010, un joven norteamericano se suicidó tras haber sido filmado mientras mantenía relaciones sexuales en su propio dormitorio. Al parecer, su compañero de habitación había planeado capturar en vídeo un encuentro íntimo de la víctima con otro hombre, en principio para jugarle una broma pesada; sin embargo, más tarde consideró que el impacto sería mayor si colgaba la grabación en la Red. Dejando a un lado el componente homofóbico de dicho acto criminal y que el chico no había declarado su sexualidad públicamente, se trató de una invasión a su privacidad de una bajeza casi insuperable.
Con respecto a las invasiones de seres extraterrestres, ninguna historia ha tenido tanta repercusión como la famosa transmisión radiofónica de Orson Welles. Este hombre polifacético contaba entre sus talentos la actuación y la creación de guiones, y el 30 de octubre del año 1938 decidió emitir una dramatización de un guión basado en la novela «La guerra de los mundos«, que pretendía alertar a los oyentes de una supuesta invasión alienígena. Si bien en dos puntos de la actuación se explicó que se trataba de ficción, muchos oyentes se sumaron más tarde, y creyeron al pie de la letra la historia que tan convincentemente les contaban.
Miles de personas llamaron a las fuerzas de seguridad, aterrorizadas ante la invasión extraterrestres de la cual se creían víctimas. La mañana siguiente, una vez aclarada la situación que había generado una histeria colectiva sin precedentes, la única cara sonriente era la de Welles, cuya fama había crecido considerablemente gracias a su broma de Noche de Brujas.