Definición de interpelar
El verbo interpelar tiene su raíz etimológica en el vocablo latino interpellāre. De acuerdo a lo señalado por la Real Academia Española (RAE) en la primera acepción del término, el concepto hace referencia a interrogar a un individuo para que brinde determinadas explicaciones o a compelerlo a cumplir una obligación.
Por ejemplo: “Los diputados de la oposición pretenden interpelar al ministro de Seguridad debido a los recientes asesinatos que conmovieron a la sociedad”, “Legisladores buscan interpelar al secretario de Energía por los aumentos de tarifas”, “Hay que interpelar al jefe de la fuerza de seguridad para que explique por qué sus efectivos cometieron semejante atrocidad”.
Es habitual que la noción se utilice para aludir al interrogatorio al que es sometido un miembro del Poder Ejecutivo por parte de integrantes del Poder Legislativo con el objetivo de aclarar cuestiones vinculadas a un determinado asunto. Muchas veces, la decisión de interpelar a un funcionario tiene como meta dirimir su responsabilidad política en un asunto dado.
Si la economía de un país se derrumba luego de varias decisiones tomadas por el gobierno nacional, por ejemplo, los diputados pueden tener la intención de interpelar al ministro de Economía para que explique qué buscaba con sus medidas y cuál es su plan para salir de la crisis, por citar un caso.
En un sentido más amplio, se usa la idea de interpelar respecto a un cuestionamiento simbólico o abstracto. Un periodista puede afirmar que la sociedad está interpelando a los comunicadores ya que la gente entiende que los medios no están contando la verdad en su afán de proteger a los gobernantes.
En el contexto de un Parlamento, la palabra interpelar se puede definir como la acción que un senador o un diputado lleva a cabo cuando le plantea a la mesa o al Gobierno mismo una amplia discusión que no forma parte directamente de las proposiciones ni los proyectos de ley.
El sustantivo de la familia de este término es interpelación, y se define precisamente como la acción y el efecto de interpelar. La institución conocida con este nombre surgió en el Parlamento del Reino Unido, más precisamente en la Cámara de los Comunes, la denominación que reciben las cámaras bajas también en Canadá.
En la Cámara de los Comunes se lleva a cabo una comunicación muy particular, en la cual sus miembros están autorizados a cuestionar a los ministros del gabinete real y estos últimos tienen la obligación de responder a sus preguntas y a sus reclamos, en conversaciones que muchas veces llegan a ser muy acaloradas.
Dado que el término interpelar no es muy común en el habla cotidiana sino que se reserva especialmente para el ámbito del periodismo, listaremos a continuación algunos de sus sinónimos: preguntar, interrogar, rogar, requerir, reclamar, exhortar, exigir, pedir, demandar y solicitar. Sus antónimos más usados son los siguientes dos: responder y contestar.
Como podemos apreciar al observar los varios sinónimos recién expuestos, existe un elemento constante en todos ellos: la idea de exteriorizar la necesidad de una explicación con respecto a un asunto determinado. Todos estos términos hacen referencia a una acción que espera otra a cambio, y las acepciones de interpelar nos indican que la respuesta deseada es de tipo oral, o al menos debe ser un mensaje y no un objeto material.
En el diccionario de la Real Academia Española figura una acepción que al día de hoy se encuentra en desuso: «pedirle a alguien que nos auxilie o que nos ampare y nos proteja». En el ejemplo propuesto seguidamente se habla de «interpelar a Dios por la gente», es decir, «pedirle» o «implorarle» que ayude y proteja a la gente.