Definición de interlineado
El interlineado es el espacio existente entre las diversas líneas de un texto. Se trata, por lo tanto, del espaciado vertical que separa a las palabras que se escriben en los distintos renglones.
La idea de interlineado aparece en los procesadores de texto y en los programas que permiten crear y administrar contenidos. Por múltiples motivos, un usuario puede desear modificar el interlineado de sus documentos según la ocasión. A veces se necesita un interlineado pequeño, con poca distancia entre las líneas, mientras que en otros casos se requiere un interlineado mayor (con las líneas bien separadas entre sí).
Veamos un ejemplo específico. En el procesador de texto Microsoft Word 2010, que forma parte de la suite ofimática Microsoft Office 2010, es posible definir el interlineado del texto de un documento ingresando a la solapa “Diseño de página” y luego en “Párrafo”. Allí el usuario encuentra varias opciones de interlineado: “Sencillo”, “1,5 líneas”, “Doble”, “Mínimo”, “Exacto” y “Múltiple”.
Si la persona comienza escribiendo con un interlineado “Sencillo”, pero luego selecciona el texto y escoge la alternativa de interlineado “Doble”, notará cómo el espacio entre las líneas crece. Esto quiere decir que el interlineado “Doble” ofrece una mayor separación vertical entre los renglones en comparación con el interlineado “Sencillo”.
Por lo general, la medición del interlineado se inicia en la línea de base de la línea de texto, entendiendo como “línea de base” a la franja invisible sobre la cual reposan las letras que no tienen rasgos descendentes, y llega hasta la línea de base que registra la línea anterior.
Si bien en esta era las máquinas de escribir forman parte de un plano existencial casi arcano, que pocas personas recuerdan o han conocido, es importante resaltar que hasta hace no muchas décadas representaban la única forma de pasar un texto a letra de imprenta en el hogar y que ellas también contaban con un mecanismo para modificar el interlineado, aunque no fuera de manera tan compleja y detallada como nos permiten los ordenadores.
El proceso de alteración del interlineado en una máquina de escribir es mucho más directo y sencillo que en un procesador de texto: basta con ajustar el valor en la palanca o en la pieza giratoria correspondiente, y listo. Claro que esta agilidad a la hora de configurar el documento iba de la mano de una desventaja a tener en cuenta: una vez que comenzábamos a usar el nuevo espaciado entre líneas no había forma de «deshacer» nuestro trabajo, ya que cada letra se imprimía inmediatamente en la hoja.
Resulta curioso pensar que la inmediatez de las máquinas de escribir sea una ventaja y una desventaja de forma simultánea: sin necesidad de una fuente de energía eléctrica, sin la posibilidad de que falle el sistema operativo y perdamos nuestro trabajo y sin tener que esperar a que el documento se imprima, podemos tomar una máquina de escribir y comenzar a trabajar para obtener resultados a cada paso. Sin embargo, ante un error comienzan a evidenciarse sus desventajas, como ser que para hacer correcciones debemos aplicar un producto sobre la hoja, echando a perder las esperanzas de un acabado perfecto.
La importancia del interlineado en un documento de texto es muy grande y varía de acuerdo con varios factores, como ser la persona que lo leerá y el tipo de contenido. Dicho sea de paso, la práctica de aumentar el interlineado con el objetivo de aparentar una mayor extensión se desaconseja totalmente. De hecho, cualquier extremo en este valor puede atentar contra la estética del documento. El equilibrio surge cuando conseguimos que sea legible y que su aspecto sea agradable e impactante.