Definición de interés simple
Del latín interesse (“importar”), el término interés tiene un uso en las finanzas vinculado al valor, la utilidad y la ganancia. Por decirlo de otra forma, hace referencia al lucro que produce el capital, el cuál puede conocerse a través de una serie de cálculos y operaciones y representa uno de los mayores elementos de la economía de una organización o empresa.
En otras palabras, el interés es un índice que, a través de un porcentaje, permite expresar la rentabilidad de los ahorros o el costo de un crédito. Un plazo fijo de 10.000 pesos con un interés anual del 10% implica que, al cabo de un año, el ahorrista cobrará 1.000 pesos en concepto de intereses.
Por otra parte, el interés de un crédito es lo que debe pagar la persona que solicita el préstamo a una entidad financiera en virtud del tiempo transcurrido desde la adquisición del mismo y teniendo en cuenta las condiciones pactadas en el contrato. Al solicitar un crédito de 5.000 pesos con un interés del 20%, el sujeto tendrá que pagar 1.000 pesos de interés, por lo que devolverá la suma de 6.000 pesos.
En cuanto a la definición de interés simple, se trata de los intereses que produce una inversión en el tiempo gracias al capital inicial. Por lo tanto, el interés simple se calcula en base al capital principal, la tasa de interés y el periodo (el tiempo de la inversión).
Lo importante a la hora de considerar al interés simple es que los intereses producidos por el capital en un determinado periodo no se acumulan al mismo para generar los intereses correspondientes al siguiente periodo.
Esto quiere decir que el interés simple que genere el capital invertido será igual en todos los periodos de duración de la inversión, siempre que la tasa y el plazo no varíen.
Diferencias entre interés simple y compuesto
Es importante señalar, que como éste se calcula en base al capital primitivo, en cada intervalo unitario de tiempo se mantiene invariable, porque dicho capital también lo hace.
Este cálculo puede servir también para conocer las ganancias que se han obtenido en un determinado lapso de tiempo (al inicio) y permite acceder a la información de qué capital equivalente podremos tener en un futuro posterior definido. Por lo general el cálculo del interés simple suele utilizarse para plazos cortos de tiempo, menores de 1 año. Es importante señalar también que el interés simple, no capitaliza.
Por su parte, el interés compuesto es el que permite conocer el costo del dinero a lo largo del tiempo, partiendo de un capital Inicial (CI) . De este modo, puede saberse la fluctuación de ganancias, inversiones y pérdidas que ha habido entre los diferentes períodos temporales. Éste se calcula teniendo en cuenta el capital inicial y las puntuales inversiones de cada período, y, aquí llega el punto en el que se diferencia absolutamente del interés simple: las ganancias en el compuesto se capitalizan y se reinvierten o añaden al capital inicial.
Cabe resaltar que decir que el interés simple no capitaliza no es del todo cierto, sólo que lo hace sólo una vez, al inicio de la actividad, mientras que el compuesto la hace tantas veces como se realice la operación.
Un ejemplo para comprenderlos mejor: si contamos con un valor de 100 de monto con tasas de interés del 10% y solo capitalizamos una vez, obtendremos 101 al finalizar (el interés simple será igual al monto más la tasa de interés), si en cambio capitalizamos cuatro veces el resultado será mayor (el interés compuesto será de 104.06 al terminar porque se calcula en base a la cantidad de capitalizaciones que se hagan).