Definición de inmadurez
Determinar el origen etimológico del término inmadurez es muy importante para así poder conocer a fondo su significado. Por eso, tendremos que marcharnos hasta el latín para poder hallar de dónde emana aquel. Y es que procede de la unión de varias partes de dicha lengua:
• El prefijo “in-“, que se usa para mostrar una negación.
• El vocablo “maturus”, que puede traducirse como “bueno o maduro”.
• El sufijo –ez, que viene a indicar “cualidad”.
La inmadurez es la falta de madurez. Este término (madurez) está vinculado a la sensatez, prudencia o buen juicio; a la edad de aquel ser humano que ha alcanzado la plenitud vital pero que todavía no ha llegado a la vejez; o a la sazón de los frutos.
Por ejemplo: “Tu inmadurez no te deja ver cuál es la clave de la cuestión”, “Juan cree que el problema surgió por la inmadurez de su hijo”, “Teniendo en cuenta la inmadurez de estos frutos, vamos a tener que buscar otro alimento”.
El adjetivo inmaduro suele utilizarse para hacer referencia a una persona que actúa como si tuviese menos edad de la que tiene. Ese es el caso de un hombre de 30 años que tiene los mismos comportamientos que un adolescente de 18, o de una mujer de 20 que comparte conductas con otra de 14.
Javier tiene 34 años de edad, está casado y tiene un hijo de 12, llamado Martín. Se supone que Javier ya es un hombre formado y maduro, que debe guiar y educar a Martín con responsabilidad. Sin embargo, siempre se pelea con el niño por jugar al PlayStation. Cuando Martín no lo deja jugar, Javier se enoja y se pone de mal humor. Su esposa, por lo tanto, suele acusarlo de inmadurez.
Muchas son las características que vienen a indicar que una persona tiene inmadurez. No obstante, entre las más significativas se encuentran las siguientes:
• No se conoce bien a sí mismo, es decir, no sabe cuáles son sus virtudes, sus defectos o los límites a los que es capaz de llegar.
• No es capaz de captar correctamente su vida o su entorno.
• Sufre constantes cambios de humor y de estados de ánimo, porque no cuenta con una estabilidad a nivel emocional.
• No es responsable y además no se compromete.
• Se muestra con poca capacidad para poder hacerle frente a los contratiempos y adversidades.
• Va improvisando en su vida porque no tiene un proyecto de futuro.
• Es mal perdedor.
• No cuenta con madurez afectiva, es decir, no vive una relación de pareja de una manera desinteresada, en la que se preocupe por la otra persona o por lo que necesita.
• Presenta dificultades para poder argumentar una postura o incluso para razonar los hechos a los que tiene que hacer frente.
• Es mal perdedor.
• No es capaz de tolerar convenientemente lo que son las frustraciones.
La inmadurez puede advertirse en todas las etapas de la vida. Un niño de 11 años que aún duerme en la misma cama que sus padres y que no asiste a fiestas de cumpleaños ya que quiere estar cerca de su madre todo el día estará dando muestras de inmadurez.