Definición de inexcusable
El primer paso que vamos a dar antes de entrar de lleno en el significado del término inexcusable es conocer su origen etimológico. En este caso, tenemos que subrayar que se trata de una palabra que deriva del latín, exactamente procede de “inexcusabilis”, que es el resultado de la suma de estos componentes léxicos:
-El prefijo “in-”, que significa “sin” o “no”.
-El prefijo “ex-”, que es equivalente a “hacia fuera”.
-El sustantivo “causa”, que es sinónimo de “suceso que genera una acción”.
-El sufijo “-able”, que se usa para indicar “que se puede”.
Inexcusable es un adjetivo que se usa para aludir a aquello que no puede excusarse: evitarse, justificarse, perdonarse. Lo inexcusable, por lo tanto, resulta imposible de eludir o de disculpar.
Por ejemplo: “Lamento informarle que no podremos reunirnos mañana ya que me surgió un compromiso inexcusable”, “El presidente cometió un error inexcusable y ahora debe hacerse cargo de sus consecuencias”, “El trato que la policía le dispensa a los inmigrantes es inexcusable”.
Por lo general se dice que algo es inexcusable cuando debe concretarse de cualquier manera o cuando es inevitable. Ante lo inexcusable, no sirven los pretextos ni los rodeos.
Además del mencionado sinónimo, otras palabras que ejercen como tal para inexcusable son ineludible, forzoso, imprescindible, necesario e incluso obligatorio. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con términos tales como excusable, accidental, prescindible, innecesario, evitable, voluntario o revocable.
El ministro de Seguridad de un país, en este marco, afirma que su compromiso con la lucha contra el narcotráfico es inexcusable. El funcionario, de este modo, expresa que no hay nada que pueda alejarlo de esa batalla, ya que considera que enfrentar a los narcotraficantes es prioritario en su gestión. No existe otra problemática que justifique que el ministro descuide la persecución de quienes comercializan drogas ilegales.
En el ámbito del Derecho tenemos que establecer que se habla de lo que se conoce como deber inexcusable. Este podemos establecer que es un deber de carácter personal y público que poseen los trabajadores para no acudir a su puesto de trabajo porque han tenido que llevar a cabo una obligación, cuyo incumplimiento les hubiera supuesto tener que hacerle frente a responsabilidades penales o administrativas.
En concreto, entre los casos que se consideran deber inexcusable podemos destacar algunos tales como acudir al examen del carnet de conducir o renovarse el mismo, asistir a una cita médica, acudir a una reunión de un órgano de gobierno del que se forme parte como parlamentario o concejal…
Lo inexcusable también puede resultar imperdonable por sus características. Supongamos que se disputa la final de un torneo de fútbol muy importante. En el último minuto de juego, cuando el marcador está empatado sin goles, un defensor intenta realizar una jugada arriesgada en su propia área, una maniobra que resulta totalmente innecesaria dado el contexto. El futbolista termina perdiendo el balón ridículamente, permitiendo que un rival anote de forma sencilla. Su equipo, por lo tanto, pierde el partido y se queda sin el título. Para los periodistas deportivos, el fallo del jugador es inexcusable: el deportista tomó una pésima decisión, subestimando al oponente y sobreestimando su propia capacidad sin sentido.