Definición de pretexto
Lo primero que vamos a hacer para conocer el significado del término pretexto es determinar su origen etimológico. En este sentido, tenemos que exponer que deriva del latín, concretamente de la palabra “praetextus”. Esta, a su vez, procede del verbo “praetexere”, que está compuesto por dos partes: el prefijo “prae”, que significa “antes”, y “texere”, que es equivalente a “tejer”.
Un vocablo latino ese que se empleaba para referirse a una serie de bordados que se realizaban en la parte delantera de ciertas prendas y que tenían como objetivo cubrir determinadas zonas.
Un pretexto es un argumento o una razón que se esgrime para justificar una acción o para explicar por qué no se ha realizado algo. En ocasiones, el pretexto es aquello que se anuncia como motivo pero que, en realidad, oculta otra motivación que no se difunde.
Por ejemplo: “Dime la verdad, no quiero pretextos: ¿por qué llamaste a Delfina?”, “Con el pretexto de defender la democracia se han cometido crímenes terribles”, “Ya no hay más pretextos para este gobierno: debe cumplir lo que prometió en su campaña”.
El uso más habitual del concepto asocia al pretexto con una excusa. Las autoridades un país pueden espiar las comunicaciones de sus ciudadanos afirmando que dichas acciones se llevan a cabo para mejorar la seguridad nacional y para evitar posibles atentados terroristas. Para la oposición, en cambio, dicho argumento es un pretexto para controlar a la gente y perseguir a quienes no están de acuerdo con el gobierno.
Asimismo es habitual que muchas personas a la hora de romper una relación amorosa utilicen un pretexto. De esta manera, en lugar de decir abiertamente que ya no están enamoradas o que han conocido a alguien usan como excusa “que necesitan tiempo porque están atravesando un momento de conflicto personal”.
En el ámbito del deporte, el entrenador de un equipo puede justificar una derrota por la ausencia de varios de sus jugadores a causa de lesiones. Algunas personas, sin embargo, pueden pensar que eso es sólo un pretexto para no aceptar el bajo rendimiento del conjunto.
Un buen ejemplo de pretexto ha tenido lugar recientemente dentro del mundo del fútbol. Así, los directivos del Marsella han expuesto que los argumentos del que era entrenador, Marcelo Bielsa, para marcharse fueron un pretexto. Es decir, consideran que la presunta falta de “acuerdo” fue una simple excusa para irse del club, posiblemente porque le hayan puesto sobre la mesa proyectos más interesantes.
En ciertos contextos, se puede decir que una determinada celebración es un pretexto para vender productos y para realizar actividades comerciales. Puede afirmarse algo semejante respecto a la Semana de la Dulzura que se desarrolla en algunas regiones y que consiste en regalar golosinas a los seres queridos.
No hay que pasar por alto que, curiosamente, existe una editorial que responde al nombre de Pre-Textos. Un juego de palabras el que usa como nombre esta empresa, que fue puesta en marcha en el año 1976 y que cuenta en su haber con numerosos reconocimientos, tales como el Premio Nacional a la Mejor Editorial (1997) o el Premio de la FIL de Guadalajara en 2008.