Definición de indigestión
Hasta el latín tenemos que marcharnos para encontrar el origen etimológico del término indigestión que ahora nos ocupa. Exactamente podemos establecer que es una palabra que deriva de “indigestio” y que es el resultado de la suma de los siguientes componentes léxicos de esa mencionada lengua:
-El prefijo “in-”, que significa “no” o “sin”.
-La partícula “di-”, que se emplea para indicar “separación” o “divergencia”.
-El verbo “gerere”, que es sinónimo de “hacer”.
-El sufijo “-cion”, que se usa para indicar “acción y efecto”.
De acuerdo a la primera acepción incluida en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la noción alude a la ausencia de digestión: el acto y la consecuencia de digerir (el proceso que se lleva a cabo en el aparato digestivo para que los alimentos ingeridos puedan ser asimilados por el organismo).
El uso más frecuente del concepto, de todos modos, refiere a una perturbación o un trastorno que aparece durante el proceso digestivo. La indigestión, en este marco, se asocia al malestar estomacal que experimenta una persona cuando una comida “le cae mal”.
Puede decirse que la indigestión implica una alteración en el funcionamiento normal del aparato digestivo. Entre sus síntomas se encuentran la acidez, la presión o el dolor abdominal, las flatulencias, las náuseas, los vómitos y la diarrea.
Las causas más usuales de la indigestión son el consumo excesivo de comida y/o alcohol; la ingesta de alimentos grasosos, picantes o ricos en fibras; el estrés; y el hecho de comer muy rápido. Para prevenir la indigestión se recomienda seguir una dieta saludable, comer sin apuro, masticar los alimentos con cuidado y evitar las actividades físicas en los instantes posteriores a la comida.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que otras causas que pueden provocar una indigestión son el consumo de bebidas carbonatadas o con cafeína, el tabaco, la ingesta de determinados medicamentos e incluso el sufrir problemas de ansiedad.
Una vez producida la indigestión, es posible aliviar los síntomas con antiácidos. Además hay que evitar en las jornadas siguientes los tipos de alimentos ya mencionados que pueden provocar trastornos en la digestión. Si el malestar se mantiene varios días, el dolor abdominal es intenso, se pierde peso o aparece sangre en los vómitos o en las heces, resulta indispensable consultar a un médico.
No obstante, hay otra serie de trucos caseros que se considera que ayudan a hacerle frente a lo que es la indigestión. En concreto, nos estamos refiriendo, por ejemplo, a tomar té verde. Este se cree que ayuda a reducir lo que es la inflamación e irritación intestinal e incluso a ponerle fin a las flatulencias que se puedan sufrir.
Asimismo otras bebidas o alimentos que se pueden tomar y que ayudan a acabar con la indigestión son el zumo de limón, la piña, el pomelo, el jengibre fresco, la manzanilla, la canela o la manzana. Eso sin olvidar tampoco que es recomendable, de igual modo, tomar un vaso de agua que esté templada.