Definición de icosaedro
Para poder conocer el significado del término icosaedro se hace necesario, en primer lugar, descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos subrayar que deriva del latín, concretamente de la palabra “icosahedrum” que, a su vez, procede del griego. Exactamente emana del griego “eikosaedron”, que puede traducirse como “de veinte caras”.
Esa palabra griega, asimismo, tenemos que establecer que es fruto de la suma de dos componentes de dicha lengua:
-El término “eikosas”, que significa “veinte”.
-La palabra “hedra”, que es sinónimo de “superficie”, “cara” o “superficie para sentarse”.
Este término se emplea en el terreno de la geometría para denominar a un sólido que tiene veinte caras.
Un sólido es un cuerpo: es decir, un objeto tridimensional. Las caras, por otra parte, son las diversas superficies que forman los sólidos. En el caso de los icosaedros, se trata específicamente de poliedros, ya que son sólidos delimitados por superficies planas.
Los icosaedros pueden ser cóncavos o convexos. Cuando el icosaedro tiene veinte caras que son triángulos iguales entre sí, congruentes y equiláteros, es regular y convexo.
Un icosaedro regular, a su vez, es un sólido platónico. Esta calificación la reciben aquellos poliedros convexos cuyas caras resultan polígonos iguales entre sí y regulares, y que además tienen todos sus ángulos sólidos iguales. El cubo, el tetraedro, el octaedro y el dodecaedro son, al igual que el icosaedro regular, sólidos platónicos.
Para poder llevar a cabo el cálculo del área de un icosaedro hay que partir de la longitud de la arista. Así, conociendo esta la fórmula será la siguiente: 5 . √3 . a2.
Si lo que se desea, por otra parte, es poder calcular lo que es el volumen que tiene el icosaedro en cuestión, lo que habrá que hacer es seguir esta fórmula: 5/12 (3 + √5) a3.
Además de todo lo expuesto, no podemos olvidarnos tampoco de que también existe lo que se da en llamar el Gran Icosaedro. Este, que se compone de un total de veinte caras triangulares cruzadas, viene a ser uno de los poliedros de Kepler-Poinsot. Poliedros estos que son regulares, no convexos, que poseen el mismo número de caras en todos sus vértices y que dichas caras vienen a ser polígonos regulares.
Exactamente esos poliedros de Kepler-Poinsot son cuatro. Así, además, del Gran Icosaedro, están el Gran Dodecaedro, el Pequeño dodecaedro estrellado y el Gran dodecaedro estrellado.
Es posible encontrar icosaedros en diferentes contextos. Desde la época del Imperio romano, por ejemplo, existen los dados de veinte caras. Estos icosaedros se utilizan actualmente en juegos de guerra y en juegos de rol.
Los virus de la familia Herperviridae, en tanto, poseen estructura de icosaedro. Esta forma les permite ensamblar las unidades proteicas que los componen de manera sencilla. También tienen forma de icosaedro algunos radiolarios, que son protistas que se agrupan como zooplancton.
Los pelotas de fútbol, por último, suelen ser icosaedros truncados (ya que los vértices están cortados), formados por veinte pentágonos o hexágonos de cuero. Cuando la pelota se infla, se vuelve esférica.