Definición de honorario

Honorario, del latín honorarĭus, es algo que permite homenajear (rendirle honores) a un individuo. Por lo general se trata de un adjetivo que se utiliza para calificar a una persona que dispone de los honores, aunque no de la facultad o propiedad de un cargo.

Algunas oraciones que ayudan a comprender los usos de este término de acuerdo a la acepción recién mencionada son: “Estoy muy contento: me eligieron presidente honorario del club de mi barrio”, “Cuando se jubiló, Don Agustín siguió vinculado a la empresa como consejero honorario”, “El embajador honorario se presentó en la Casa de Gobierno para invitar al mandatario a un festival cultural”.

Ser miembro honorario de una institución es el privilegio mayor que alguien pueda recibir dentro de ese entorno. Puede darse en diferentes campos, tales como el deporte, cuando una federación otorga dicho título a uno de sus participantes, o la lengua, como ocurre en la Real Academia Española con ciertas personas selectas cuyos nombres resultan indispensables y son sinónimo del buen uso del idioma castellano. Es común que se agregue el término «vitalicio» al final, indicando claramente que la mención no caduca jamás, aunque la ausencia de esta aclaración no significa necesariamente lo contrario.

Un doctorado honorario es una distinción honorífica que una universidad otorga a una personalidad destacada. Lo habitual es que este título se entregue a alguien que es reconocido en el ámbito del arte o de la ciencia pese a no contar con una licenciatura. Al ser investido como Doctor honoris causa, la persona pasa a tener los mismos derechos e idéntico tratamiento que aquéllos que han obtenido la condición académica tras cursar los estudios correspondientes, salvo que se especifique otro proceder.

Esta expresión tiene su origen en el latín y puede traducirse como «por causa de honor» y conlleva la búsqueda de la propia felicidad a través de respetarse a uno mismo y a quienes lo rodean. Se refiere a una entrega tanto personal como social, a una conducta ejemplar que sirve como modelo a seguir y suele ir acompañada de los títulos doctor o maestro. No existe universidad o instituto de formación superior de prestigio que no otorgue esta mención honorífica a aquellos individuos que se destaquen en los campos de la investigación, la ciencia o el arte, entre otros, ya que se trata de una distinción que denota no sólo la excelencia de quienes lo reciben, sino el alto nivel de la academia.

La entrega de dicho reconocimiento honorífico incluye una serie de costumbres y símbolos que la vuelven un acontecimiento único, independientemente de su gran importancia a nivel cultural. Los elementos cuya utilización se exige a los doctorandos son un birrete, que simboliza un escudo para la batalla del aprendizaje y es a la vez un ornamento distintivo por sus logros, un anillo, que representa la alianza eterna entre la persona y el saber, guantes blancos, para asegurarse de jamás mancharse las manos en el camino, y un libro, como una puerta al conocimiento que deberá ser utilizada de acuerdo a las necesidades y al criterio del homenajeado.

El aclamado novelista y periodista Gabriel García Márquez, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982, es Doctor honoris causa en Letras por la Universidad de Columbia (Nueva York). Su colega Mario Vargas Llosa (Premio Nobel de Literatura en 2010) también cuenta con varios doctorados honorarios.

Por otra parte, el salario o la paga que se concede a un profesional por su actividad también recibe el nombre de honorario. En este caso, sin embargo, suele utilizarse en plural (honorarios): “Mañana pasaré a cobrar los honorarios por la revisión del contrato”.

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