Definición de hongos

Del latín fungus, un hongo es un organismo eucariota que pertenece al reino Fungi. Los hongos forman un grupo polifilético (no existe un antepasado común a todos los miembros) y son parásitos o viven sobre materias orgánicas en descomposición.

Características de los hongos

Las paredes celulares de los hongos están formadas por quitina. Aquellos que fructifican logran producir esporocarpos (estructuras multicelulares sobre la que se forman otras estructuras), como el caso de las setas.

Existen muchas especies de hongos.

La alimentación de los hongos se conoce como osmotrofia (los nutrientes son absorbidos de sustancias disueltas), mientras que la digestión es externa y segrega enzimas. Gracias a su capacidad de descomponer la materia muerta de animales y plantas, los hongos cumplen un rol importante en los ciclos biogeoquímicos.

El reino Fungi en nuestra vida

Los seres humanos utilizan los hongos en diversos ámbitos. Existen hongos alimenticios que aportan proteínas y vitaminas como las setas calabazas (Boletus edulis), los mízcalos (Lactarius deliciosus) y los champiñones (Agaricus bisporus). Otros hongos que se utilizan en la preparación de alimentos actúan como levaduras y permiten la fermentación del pan y de la cerveza, por ejemplo.

Hay hongos que se usan como alucinógenos, generalmente con fines rituales. Sus propiedades también permiten la elaboración de medicamentos con acción psicoterapéutica.

Cabe destacar que no todos los hongos son beneficiosos para el hombre. Algunos de ellos, como los Coniphara, pudren las maderas, mientras que los hongos microscópicos conocidos como mohos afectan diversos materiales. Otros son venenosos y potencialmente fatales si son consumidos como alimento.

La micología es la especialidad de la medicina y la botánica que se dedica al estudio de los hongos.

Los champiñones son hongos comestibles.

Propiedades medicinales de los hongos

Es sabido que ciertas variedades de hongos son muy beneficiosas para nuestra salud, y algunas culturas las utilizan para tratar un gran número de enfermedades. En Japón y China, por ejemplo, llevan valiéndose de las propiedades curativas de los hongos desde hace casi dos milenios. Algunos de los más conocidos son el Shiitake (también conocido como Lentinula), el Ganoderma lucidum, el Cordiceps sinensis, el Agaricus blazei y el Grifolla frondosa, los cuales llevan siglos entre los productos de consumo habitual en ciertos países de Oriente.

Los hongos son probióticos, o sea que colaboran con la restauración del bienestar y del equilibrio del organismo, combatiendo enfermedades a través del cuidado de nuestro sistema inmunológico. Cabe mencionar que, como otros productos naturales con propiedades medicinales, pueden consumirse como parte de la alimentación diaria, lo cual acentúa aún más sus diferencias con un medicamento de origen industrial.

Por otro lado, el consumo frecuente de estos hongos ayuda a disminuir el nivel de ácidos grasos en nuestro torrente sanguíneo y de colesterol en el hígado. Además, provocan un efecto antiaterogénico favorable, o sea que colaboran con la prevención de enfermedades del corazón, gracias a que previenen que se endurezcan las arterias.

El ejemplo de las setas Pleurotus

Las setas Pleurotus son muy populares en varias partes del mundo, especialmente en China y algunos países de Europa, aunque también se conocen en América desde comienzos del siglo XX. Su valor nutricional es muy alto, ya que poseen una buena cantidad de carbohidratos no almidonados y de fibra dietética, especialmente de quitina, que actúa de forma excepcional absorbiendo las grasas presentes en el tracto digestivo. Cabe mencionar que la quitina y sus derivados son ampliamente comercializados para luchar contra la obesidad.

Quizás una de sus propiedades más importantes es que, según afirman muchas investigaciones, las setas Pleurotus son capaces de prevenir la formación de ciertos tumores, así como de retrasarla y de evitar que crezcan desmesuradamente; esto se da gracias a que poseen una gran cantidad de polisacáridos de estructura molecular compleja. Se cree que la acción consiste en potenciar aquellas células que combaten las cancerosas, para conseguir la eliminación de estas últimas de forma natural, sin efectos secundarios.

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