Definición de holgazán
La etimología de holgazán no está clara, aunque se cree que el término podría proceder del árabe hispánico kaslán. El concepto alude a un individuo haragán y perezoso, que rechaza el trabajo y las obligaciones.
Por ejemplo: “¡Eres un holgazán! Encuentra un empleo pronto o te echaré de mi casa”, “Mi jefe es un holgazán que apenas viene a la oficina unas dos horas por día”, “No seas holgazán y ayúdame a poner la mesa, que ya están por llegar las visitas”.
El adjetivo holgazán suele aplicarse a quien no se preocupa por tener un empleo. El holgazán apenas trabaja ocasionalmente, sin esforzarse: prefiere pasar su tiempo dedicándose al ocio y descansando. Ante la inestabilidad laboral, es frecuente que viva del dinero que le entregan sus padres o familiares, o incluso que contraiga deudas para subsistir sin trabajar.
Más allá de lo vinculado a una actividad remunerada, el holgazán tampoco se esfuerza a nivel doméstico. Su vagancia lo lleva a no colaborar con las tareas de la casa y a tratar de evadir cualquier responsabilidad.
Entre los muchos sinónimos que tiene la palabra holgazán podemos destacar algunos tales como gandul, haragán, vago, perezoso, remiso, desaplicado, poltrón o remolón, por ejemplo. Por el contrario, entre sus antónimos destacan vocablos tales como trabajador, currante, aplicado o activo.
En la ficción es posible encontrar a muchos personajes holgazanes. Un arquetipo de holgazán es Homero Simpson (u Homer Simpson), uno de los protagonistas de la serie animada Los Simpson. Homero suele dormirse en horario laboral y, siempre que puede, se escapa de su puesto de trabajo en la planta de energía nuclear de Springfield. Tampoco colabora con su esposa Marge a la hora de realizar tareas en el hogar o de encargarse de sus tres hijos (Bart, Lisa y Maggie).
Curiosamente nos encontramos con publicaciones que giran en torno a la holgazanería. Buena muestra de ello es el libro “Manual del holgazán. Tácticas y estrategias para obtener todo de su trabajo (sin dar nada a cambio)”. El autor Diego Trillo Trubba es el responsable de esta obra.
De la misma manera, no podemos olvidarnos del libro “Clásicos del humor: los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón” escrito por Roberto Segura o de la obra “Diario de un holgazán” cuyo autor es Frutos Aparicio.
Asimismo, tenemos que establecer que uno de los cuentos clásicos que ha pasado de generación en generación también habla de la holgazanería. Nos estamos refiriendo a “La cigarra y la hormiga”, que fue escrito originariamente por Esopo y que más tarde recrearían tanto Jean de La Fontaine como Félix María Samaniego.
Cuenta la historia de una cigarra que se pasa todo el verano holgazaneando mientras que la hormiga se encarga de ir haciendo acopio de alimentos para cuando llegue el invierno. Precisamente cuando la estación más fría llega, aquella no tiene con qué subsistir debido a que ha sido perezosa y no ha ido guardando alimento, todo lo contrario de lo que le sucede a la hormiga.