Definición de hockey
El hockey es un deporte que enfrenta a dos equipos, cuyos jugadores utilizan un bastón o palo para impulsar una pelota o un disco que deben introducir en el arco (portería) del oponente para anotar un gol. El conjunto que marca más goles es el ganador.
Existen tres grandes variantes del hockey, además de otras menores: el hockey sobre césped (también conocido como hockey hierba), el hockey sobre patines (o hockey patín) y el hockey sobre hielo.
En el hockey sobre césped, cada equipo está integrado por once jugadores: el arquero o portero y diez jugadores de campo. Como su nombre lo indica, el hockey sobre césped se juega sobre un campo cubierto de césped, ya sea natural o artificial. Australia, Países Bajos, Argentina y Alemania son algunos de los países que dominaron los torneos internacionales más importantes de este deporte en el siglo XXI.
El hockey sobre patines, por su parte, presenta equipos de cinco jugadores (el arquero más cuatro jugadores de campo). La característica saliente de este deporte es que los competidores se desplazan en patines de cuatro ruedas. España, Portugal y Argentina están entre los seleccionados nacionales más poderosos de hockey sobre patines.
El hockey sobre hielo, en tanto, lo juegan conjuntos de seis deportistas (cinco jugadores de campo y el arquero) en una pista de hielo. Por eso, los atletas utilizan patines aptos para desplazarse sobre la superficie congelada. Canadá, Estados Unidos, Rusia, Finlandia y Suecia son los principales animadores de esta versión del hockey, en la cual se emplea un disco y no una pelota.
Es importante destacar que, en todos los casos, estas disciplinas son practicadas por hombres y por mujeres. Por lo tanto se puede distinguir entre el hockey masculino y el hockey femenino.
Si bien cada variedad de hockey presentan desafíos diferentes, dado que no es lo mismo patinar sobre hielo que sobre un suelo liso o caminar sobre césped, existen ciertos principios que pueden aplicarse a todos los casos para mejorar el rendimiento en el campo. Sin lugar a duda, la postura es uno de los puntos fundamentales del hockey, ya que quizás también lo sea en todos los otros deportes: antes de aprender a golpear la bola debemos saber cómo sostener el palo y, para esto, es necesario en primer lugar pararnos de la manera adecuada.
A grandes rasgos, podemos decir que las piernas deben estar flexionadas de manera tal que nuestro torso se aproxime al suelo, formando con el cuerpo una figura similar a la letra «z». Gracias a esta postura, conseguimos un mayor control sobre la bola y un mejor uso de nuestra fuerza a la hora de ejecutar los golpes, pero también de empujar a nuestros oponentes, una acción necesaria para abrirse camino, siempre que no resulte violenta.
La velocidad en el campo es otro de los puntos claves a la hora de encarar un partido de hockey. La técnica y el control sobre la bola son esenciales, pero si no podemos movernos rápidamente por la pista entonces seremos presa fácil del adversario. Para mejorar este aspecto y la resistencia de nuestros músculos debemos hacer ejercicios de fortalecimiento, complementados por una dieta sana que mantenga nuestro organismo en buen estado de salud.
Una de las mayores dificultades para los principiantes del hockey es el dominio de la bola en movimiento, algo que también sucede con el fútbol o el básquetbol, por ejemplo. No importa cuántos consejos técnicos recibamos, el secreto no está en memorizarlos e intentar aplicarlos todos a la vez en una misma sesión, sino en hacer del deporte nuestra vida, practicarlo tanto como podamos y, el resto del tiempo, pensar en él. El compromiso con el deporte debe ser físico y espiritual.