Definición de hernia

Una hernia es una protrusión de un órgano, que sale de su estructura normal. La idea de protrusión alude a un desplazamiento hacia delante, haciendo que una parte del cuerpo sobresalga de su límite habitual.

Esto quiere decir que, cuando se produce una hernia, hay un tejido u órgano que escapa de la cavidad que lo cobija. Dicho trastorno puede provocar diversos inconvenientes en la persona que lo padece.

Lo más habitual es que la hernia aparezca en la cavidad abdominal dada la debilidad de sus paredes. De todas maneras, pueden generarse hernias en otras partes del cuerpo.

La hernia umbilical, por ejemplo, surge cuando el contenido del abdomen sale por la zona del ombligo, provocando un abultamiento en dicha región. El tratamiento de una hernia umbilical se lleva a cabo mediante una intervención quirúrgica que requiere anestesia local o general según la envergadura de la protrusión.

La hernia inguinal, por otra parte, se genera por un problema en el conducto inguinal. Al igual que en el caso de la hernia umbilical, la resolución es quirúrgica. La hernia de hiato, en tanto, se desarrolla cuando parte del estómago sale hacia al tórax, pasando por el diafragma.

Por supuesto, no hay que olvidarse de la llamada hernia cerebral, también conocida como herniación cerebral, que se presenta como una protusión de una zona del cráneo a otra a raíz de una extensión de una presión intracraneal.

Una lesión traumática en el cerebro o un edema son algunas de las causas que pueden originar este tipo de hernia, que requiere que el paciente no solo acuda de inmediato al hospital sino que sea tratado cuanto antes porque resulta muy peligroso.

En concreto, hay que establecer que existen dos tipos de hernias cerebrales: las supratentoriales, que pueden ser del cíngulo o transteroriales, y las infratentoriales, que pueden ser diencefálicas o amigdalinas.

La hernia discal es una de las más dolorosas y puede causar discapacidad. En este caso, una porción de un disco intervertebral se desplaza y comprime el nervio adyacente, derivando en una lesión. Dicha protrusión es posible que se deba a un esfuerzo exagerado o a un movimiento brusco. Más allá de la cirugía, esta hernia se trata con fisioterapia y ortopedia para minimizar sus síntomas, que incluyen ciática y neuralgia.

De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco la existencia de otros tipos de hernias como son las llamadas eventraciones. Estas tienen lugar debido a la cicatriz de algún tipo de antigua operación. En concreto, lo que sucede es que cicatrizan mal durante la intervención y eso da lugar a que se manifiesten. Mala cicatrización que puede ser causada por un sangrado, por un absceso o incluso por un esfuerzo.

Asimismo, también existe la que responde al nombre de hernia pararrectal o hernia de Spiegel, que es una de las menos habituales y viene a afectar a la zona de las espinas ilíacas superiores anteriores. El dolor intermitente en dicha área del cuerpo es el único síntoma que puede manifestar claramente esta dolencia, que adquiere forma de seta y que puede resultar difícil de diagnosticar.

Cuando esa aparece, lo habitual es que se opte por llevar a cabo una intervención quirúrgica muy sencilla.

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